Miércoles, 4 de marzo de 2009 | Hoy
ECONOMíA › LA ADMINISTRACIóN OBAMA DESTINARá HASTA UN BILLóN DE DóLARES PARA IMPULSAR EL CRéDITO
El Departamento del Tesoro y la Fed destinarán en una primera etapa unos 200 mil millones de dólares para alentar préstamos de consumo. También se estudian medidas para castigar la evasión.
Por Cristian Carrillo
El salvavidas ahora es para consumo. El gobierno estadounidense lanzó ayer el programa que anunció en enero por hasta un billón de dólares con el objetivo de descongelar el mercado crediticio. En una primera etapa, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal ofrecerán hasta 200.000 millones de dólares en préstamos a pequeñas empresas, compra de vehículos, matrículas escolares, tarjetas de crédito y a otros sectores clave de la economía. Mientras tanto, la administración Obama estudia un nuevo marco regulatorio para limitar a las compañías el diferimiento en el pago de impuestos sobre ganancias obtenidas en el exterior y amenaza con castigar duramente a grandes empresas e individuos ricos que evadan sus obligaciones tributarias. El titular de la Fed, Ben Bernanke, insistió en que para recuperar la economía se requiere estabilizar el sector financiero, en tanto, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, advirtió que eso será aún más costoso de lo que ya ha sido.
En sendas presentaciones ante el Comité de Presupuesto del Senado de los Estados Unidos, Bernanke y Geithner defendieron el plan de estímulo al consumo que estará en práctica hasta el 25 de mayo próximo. El programa de préstamos de valores respaldados por activos a plazo (TALF) ya había sido presentado en enero último y permitirá al Estado prestarles hasta 200.000 millones de dólares, en un primer momento, a los inversores comprando los títulos adosados a esos créditos al consumo.
El plan tiene como objetivo “catalizar” los mercados crediticios que han sido “virtualmente cerrados desde que se agravó la crisis financiera en octubre”, señala un comunicado conjunto de la Fed y del Departamento del Tesoro difundido por la mañana. Obama confía en que al reabrir los mercados de crédito, el programa dará asistencia a las instituciones para que “satisfagan las necesidades de los consumidores y pequeñas empresas, ayudando a estimular la economía en general”, agrega el documento de las entidades. El TALF involucra la mitad del plan general que lanzó Obama para sortear la crisis financiera. Esto se complementa entonces con la sociedad público-privada que creará el gobierno por un billón de dólares para inyectar efectivo en instituciones financieras “clave”, que corren riesgo de quebrar.
“Sin un grado razonable de estabilidad financiera, una recuperación sustentable no ocurrirá”, dijo Bernanke ante el comité presupuestario del Capitolio. El titular de la Fed opinó que el plan de reactivación de crédito al consumo debería aliviar la situación de la economía estadounidense, pero que será necesario “hacer más” todavía en favor del sistema financiero. Según reconoció, las perspectivas de corto plazo continúan siendo todavía preocupantes. Pese a los oscuros pronósticos, consideró que, con el tiempo, “una serie de factores deberían impulsar el retorno de beneficios sólidos en la actividad económica, en el contexto de una inflación baja y estable”.
La perspectiva expuesta por Bernanke en la lectura de su discurso es que una vez que mejoren las condiciones financieras, la economía logrará apoyarse en la reactivación fiscal y monetaria que impulsa. “La eficacia de las acciones políticas tomadas por la Fed, por el Departamento del Tesoro y por otras entidades públicas en la restauración a un grado razonable de la estabilidad financiera serán determinantes en el momento y en la fuerza de la reanudación de las actividades”, explicó el titular de la banca central norteamericana.
Tanto Bernanke como Geithner hicieron hincapié en la necesidad de que el sistema financiero sea reactivado para que el resto de las políticas alcancen su objetivo. En particular, el titular del Tesoro advirtió que el rescate a los bancos estadounidenses involucrará más de los 700.000 millones de dólares aprobados el mes pasado por el Congreso. “A pesar de lo costoso que ya ha sido, nuestros esfuerzos para estabilizar el sistema financiero podrían ser más costoso”, advirtió. Geithner dijo además que trabajará con los legisladores para “determinar la forma y medida” de los próximos rescates.
El secretario del Tesoro anticipó también que se enviará en los próximos meses una serie de “medidas legislativas” para castigar a las grandes compañías y a individuos ricos que usen cuentas offshore para evitar el pago de impuestos. Asimismo, el Departamento planea proponer reglas que limitarían la capacidad de las empresas de posponer el pago de impuestos en los Estados Unidos sobre ganancias obtenidas en el exterior, anticipó a los congresales. Geithner solicitó también una medida administrativa para incrementar los pagos impositivos a las administradoras de inversiones, aplicándoles la tasa ordinaria de 39,6 por ciento sobre el “carried interest” (los pagos que los ejecutivos obtienen como porcentaje de la renta generada para los inversores). Estas administradoras actualmente pagan un 15 por ciento sobre la ganancias de capital. “Este código impositivo proveerá igualdad en el tratamiento para los ingresos, más allá de que sean trabajadores como un maestro o el administrador de un hedge fund”, dijo el funcionario.
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