La Reserva Federal inicia hoy una nueva reunión para analizar la política monetaria a adoptar, con escasas herramientas a mano y múltiples problemas que solucionar. La expectativa del encuentro del Comité de Mercado Abierto de la Fed se centra más en la posibilidad de que decida inyectar nuevamente dinero en las entidades financieras que en el movimiento que llevará a cabo en su tasa de interés, actualmente entre 0 y 0,25 por ciento. También se esperan sus pronósticos, que difundirá mañana. El organismo deberá poner a andar una economía que continúa dando muestras de debilitamiento. La cuenta capital del balance estadounidense arrojó en enero un déficit record de 148.900 millones de dólares, mientras que la industria retrocedió un 1,4 por ciento en febrero, por cuarto mes consecutivo. En ese contexto, la administración dio a conocer ayer un plan de financiamiento para pequeñas y medianas empresas por un monto de 15.000 millones de dólares. Los inversores consideraron escaso el volumen de inyección hacia la actividad fabril y recortaron la suba de 2 por ciento de Wall Street en el arranque hasta cerrar con un 0,1 por ciento negativo.

El banco central estadounidense enfrenta ahora la dura tarea de impulsar una economía que parece no evidenciar mejora alguna en respuesta a las megamillonarias inyecciones de capital y a la reducción “a tasa cero” en el costo del dinero. A casi un año del primer desembolso de la Fed –aportó 29.000 millones de dólares para la adquisición del Bear Stearns por parte del JP Morgan–, la Reserva se plantea si seguir aportando dinero a las entidades financieras. La discusión volvió a dispararse en las últimas horas tras conocerse que la rescatada aseguradora American International Group (AIG) utilizó parte del dinero del salvataje para pagar millonarias primas a sus ejecutivos (ver aparte). Sin embargo, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, defendió otra vez los salvavidas para alcanzar una “recuperación sostenible”.

El comienzo del encuentro de la Fed coincide también con el anuncio de que el Banco de la Reserva Federal de Nueva York comenzará a tomar solicitudes para la primera partida de préstamos a consumidores y pequeñas empresas. Por su parte, Obama lanzó un nuevo plan de crédito para pymes. El Tesoro destinará hasta 15.000 millones de dólares para comprar títulos respaldados por préstamos concedidos a empresas pequeñas y medianas, a fin de permitir que los emisores de esos papeles puedan conceder nuevos créditos a empresas que estén en condiciones de reembolsarlos, informó la Casa Blanca en un comunicado.

Obama aseguró que la medida fue adoptada en respuesta a una situación en la que “los propietarios de pequeñas empresas enfrentan graves dificultades aunque dirigen negocios rentables, (porque) sus líneas de crédito están cerradas”. “Este será solamente el primer paso de un esfuerzo continuo para asegurar que la gente obtenga crédito”, agregó el mandatario.

A pesar de los esfuerzos oficiales, la economía se encuentra aún lejos de iniciar una recuperación. La producción industrial cayó 1,4 por ciento en febrero, debido a los recortes aplicados por las empresas ante la contracción del consumo y las exportaciones que desencadenó la crisis. La actividad fabril cayó más de lo previsto, luego de una baja “revisada” en 1,9 por ciento para enero, informó ayer la Fed, en Washington. De este modo, acumula en febrero una caída de 11,2 por ciento para los últimos 12 meses, marcando su peor contracción interanual desde 1975.

En tanto, y a días de las críticas que las autoridades en Pekín hicieron acerca de la inseguridad de las inversiones chinas en Estados Unidos, Washington anuncia un déficit record en su balanza de capitales. El rojo de la balanza de capitales estadounidense alcanzó un nuevo máximo en enero de 148.900 millones de dólares, luego de arrojar un superávit de 86.200 millones en diciembre previo. La cifra enciende luces de alerta en momentos en que el país necesita de esos fondos extranjeros para financiar la reactivación económica. La Casa Blanca previó un déficit presupuestario para este año de 1,7 billón (millones de millones) de dólares.