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El fracaso en las negociaciones salariales del sector metalúrgico motivó ayer una protesta de la UOM y llevó a su secretario general, Antonio Caló, a adelantar que se estudiarán medidas de fuerza para revertir la negativa empresaria. “No vamos a permitir a los señores empresarios que nos nieguen un aumento de salarios con el argumento de la crisis”, exclamó Caló, cuando el diálogo se interrumpió en la cartera laboral.

Cientos de trabajadores se habían reunido ayer por la tarde frente al Ministerio de Trabajo a la espera de una resolución en las negociaciones.

Poco después de las 17, el secretario general de la UOM abandonó el edificio y se subió a un escenario montado frente a los manifestantes para comunicar el estado de situación. “Los empresarios no volvieron después de todo este tiempo que esperamos para que reflexionen y se pongan a tono con la situación económica, por lo tanto, ante la falta de respeto nos levantamos de la mesa de negociaciones”, relató Caló. El sindicalista dijo que conocía el alcance de “la crisis”, pero rechazó que se la use como fundamento para una negativa de incremento de los salarios.

“La UOM no va a renunciar a la petición de aumento salarial a partir del 1º de abril”, enfatizó Caló y adelantó que durante la próxima reunión del Consejo Directivo del gremio se analizarán medidas de fuerza. Tras sus palabras, los manifestantes marcharon a lo largo de la avenida Alem rumbo a Retiro como primera expresión de las protestas. Caló subrayó que se perdieron 10 mil puestos de trabajo desde el inicio de la crisis internacional y otros 30 mil empleados fueron suspendidos, de los cuales el 42 por ciento son metalúrgicos. En ese sentido, el sindicalista recordó que el Gobierno subsidia con 600 pesos por mes a los trabajadores suspendidos, a través del Programa de Reconversión Productiva.