Frente al incierto panorama global producto de la crisis internacional, el Gobierno pretende imprimir signos de fortaleza y previsibilidad para los años siguientes. En este marco, el titular de la filial local de la automotriz francesa Renault se reunió ayer con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y la ministra de Producción, Débora Giorgi, para presentarle el plan de inversiones de la empresa para el período 2009–2010. Se trata de una cifra cercana a los 500 millones de pesos que se destinarán a la producción de un nuevo modelo, a desarrollarse en la planta cordobesa de Santa Isabel. La producción del nuevo vehículo será integrada de forma local en un 48 por ciento e implicará un desarrollo de 460 nuevas autopartes de fabricación nacional, compras que ascenderán a 470 millones de pesos por año. La firma planea incorporar cinco nuevos proveedores. Anualmente se producirán 32 mil vehículos, de los cuales el 80 por ciento se exportará. La filial fabricó el año pasado 73.300 unidades, que representaron el 12,3 por ciento de la producción nacional.