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El gobierno asignó un presupuesto de 2730 millones de pesos para lo que resta de 2002 al Programa de Financiamiento Ordenado de las Finanzas Provinciales (PFO). Su objetivo será asistir con préstamos a las provincias que se comprometan a reducir sus déficit. Las metas del programa son las mismas que el Estado nacional comprometerá ante el Fondo Monetario Internacional.
Como contrapartida y para participar del Programa de Financiamiento, las provincias deberán comprometerse a reducir el déficit fiscal para el año en curso, establecer un límite máximo de deuda flotante al cierre del ejercicio presupuestario y fijar metas fiscales de cumplimiento mensual o trimestral para el año en curso. También deberán presentar una proyección de presupuestos plurianuales hasta el año 2005.
Creado mediante el decreto 2263/2002 y publicado ayer en el Boletín Oficial, el PFO obliga a las provincias que se incorporen al esquema a “no contraer ningún tipo de nuevo endeudamiento durante la duración del acuerdo, incluyendo la emisión de Títulos, Letras o Bonos de circulación como cuasi moneda”. Esto último, con la excepción de operaciones de crédito para reestructurar deuda en condiciones más favorables para las provincias, “previa autorización del Ministerio de Economía”, y del financiamiento proveniente de organismos multilaterales de crédito.
El financiamiento para el PFO provendrá del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial. Los recursos sólo podrán destinarse a la atención del déficit financiero y de los servicios de capital de la deuda correspondiente al año 2002.
Los préstamos serán reembolsados a la Nación actualizados por el CER más una tasa de interés a determinarse en cada caso. Como garantía las provincias cederán en garantía las sumas que les corresponden por coparticipación de impuestos.
El decreto publicado ayer faculta a Economía del Interior a suscribir los referidos convenios bilaterales, los que serán suscriptos ad referendum del Poder Ejecutivo Nacional.