El Gobierno pagará hoy 2200 millones de dólares en vencimientos de los Boden 2012. Se trata del desembolso más importante del año, pero también puede convertirse en un canal de elusión de los controles cambiarios e impositivos. Luego de que la Secretaría de Finanzas dispuso, a principios de junio, separar el cupón de renta y amortización al que estaba adherido originalmente el principal del Boden 2012, con el objetivo de realizar un canje voluntario de los vencimientos, se inició una nueva “movida” especulativa. El cupón tuvo una demanda creciente que en principio se adjudicó a la intención de los inversores de aceptar una quita a cambio de un pago adelantado. Sin embargo, el canje tuvo una insignificante adhesión, mientras que el papel continuó con su raíd alcista, llamando la atención de las autoridades. La explicación entonces cambió: “se cubren en dólares”. Las autoridades reguladoras reconocieron canales alternativos para dolarizar carteras por encima de los máximos permitidos. Es así que la Comisión Nacional de Valores inició una serie de investigaciones sobre inversores que se posicionaron fuertemente, por encima de los diez millones de pesos, en cupones de Boden 2012. Hasta el momento existe una muestra con una decena de grandes inversores que fueron notificados por el organismo para que presenten documentación que justifique la inversión. En ese relevamiento colaboran además la AFIP y el Banco Central.