ECONOMíA › DESPIDO DE UN DELEGADO

Camión Iveco sobre la ley

Como medida para enfrentar la crisis, Iveco, la fábrica de camiones del grupo FIAT, despidió a 350 trabajadores contratados y provocó un deterioro en las condiciones de trabajo de los que continuaron en sus puestos. Esto lo denunciaron delegados gremiales de Smata. Uno de ellos, Hernán Puddu, uno de ellos en la fábrica y opositor a la conducción oficial del sindicato, relata que la empresa lo suspendió ilegalmente por haberse opuesto a los despidos y, por la misma razón, también el gremio lo expulsó. El Centro de Profesionales por los Derechos Humanos de Córdoba (Ceprodh) denunció prácticas antisindicales por parte de la empresa y el gremio, a los cuales acusa de establecer una sinergia que permitió los despidos.

Con la baja en las ventas producto de la crisis, en Iveco se planteó a los trabajadores la aplicación de suspensiones. Sin embargo, en la reunión en la Secretaría de Trabajo cordobesa se barajó otra posibilidad. Según Puddu, la propuesta de la empresa, avalada por los delegados oficialistas del sindicato, era despedir a los 350 trabajadores contratados, aunque manteniéndoles por dos meses un subsidio de 1200 pesos.

Ante el rechazo de parte de los delegados no oficialistas, la empresa decidió suspenderlos, lo que, dado que son representantes gremiales, es ilegal. Ante esta situación, Puddu obtuvo dos medidas cautelares a su favor de parte de la justicia cordobesa, pero no fueron atendidas por la empresa. En cambio, los delegados oficialistas, que sí avalaron los despidos, no fueron suspendidos y continuaron normalmente sus funciones.

Por su parte, el sindicato votó en noviembre la expulsión de Puddu del gremio con la ambigua justificación de “violación del estatuto”, lo que implicó la pérdida de sus funciones gremiales. A la semana siguiente, Iveco lo liberó de tareas y le inició el juicio de desafuero. Ante esto, el Ceprodh denunció que la empresa sólo busca quitarle los fueros gremiales a Puddu para posteriormente despedirlo.

Para Puddu, la patronal, en connivencia con el sindicato, busca avanzar más sobre las reformas que ya comenzó a encarar, como la reducción de los tiempos de desayuno y almuerzo y un mayor control a los trabajadores de parte de los capataces. Las disputas hacia adentro del movimiento obrero durante este año fueron respuesta al cambio en las condiciones con las que se enfrentaron las empresas. A través de despidos, suspensiones, rebajas salariales, aumento en la intensidad de trabajo y deterioro en las condiciones laborales, las empresas buscan mantener el nivel de ganancia en el contexto recesivo. Esto impacta sobre los trabajadores y exacerba las diferencias que subsisten en el interior de su movimiento.

Informe: Javier Lewkowicz.

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