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Un jubilado de 83 años que gana 600 pesos recuperará el dinero que le descontaron desde junio de 2001 en 36 cuotas, de 39 pesos cada una. “Se trata de una nueva burla en un país que se ha acostumbrado a condenar a sus ancianos a una muerte lenta”, denunció la diputada María América González, en una concurrida conferencia de prensa con legisladores opositores, representantes de los jubilados y sindicalistas de la Asociación Trabajadores del Estado y de la Anses. La indignación de ese sector por la forma en que el Gobierno dispuso la devolución del 13 por ciento que les descontaron a jubilados y empleados públicos era total. Prometieron marchas y actos de protesta. Ayer hubo una manifestación frente a la Jefatura de Gabinete. El argumento central es que el Gobierno dispone de los fondos para reintegrar el dinero en efectivo y en un solo pago.
Después de una larga negociación entre los ministerios de Trabajo y Economía, el Gobierno resolvió que los jubilados menores de 80 años y los trabajadores del Estado reciban bonos con vencimiento en 2007, mientras que los jubilados de entre 80 y 85 cobrarán 36 cuotas en efectivo, y los mayores de 85, 18 cuotas. Los Boden 2007 se ajustarán por el CER y tendrán un 2 por ciento de interés anual. Según cifras de la Secretaría de Hacienda, la deuda acumulada desde mediados del año pasado hasta este mes asciende a 3400 millones de pesos. De ese total, a los jubilados se les debe 1200 millones.
Si el Gobierno quisiera ponerse al día sólo con los jubilados de más de 80 años debería gastar 190 millones de pesos. Los diputados del ARI y los dirigentes de entidades como el Parlamento de la Tercera Edad y de los jubilados de la CTA no podían entender ayer cómo el Gobierno se niega a emitir la orden de pago de inmediato cuando en el proyecto de Presupuesto 2003 figura una partida de 3500 millones de pesos de “libre disponibilidad” para el próximo gobierno. También resulta extraño que la conducción de las bancadas de senadores y diputados del peronismo y el radicalismo le hayan reclamado anteayer a Lavagna que elimine esa partida, porque de lo contrario sus pares terminarán asignándola a gastos específicos.
El titular de la seccional porteña de ATE, Pablo Michelli, enfatizó que “es una burla macabra devolver en cuotas a los abuelos de más de 80 años, porque con la expectativa de vida actual es igual a decirles que les van a pagar después de muertos”. El sindicalista sostuvo que “al Gobierno le sobra el dinero porque tiene superávit y puede pagar en efectivo el retroactivo, pero lo deriva al FMI y a los trabajadores nos da bonos”.
González recordó que el Gobierno vetó una ley sancionada cuando se trató el Presupuesto 2002, por la cual se eliminaba un beneficio para aquellos que reciben salarios superiores a los 4800 pesos. Esa cifra se utiliza como tope para los aportes a la seguridad social, por más que el salario sea –por ejemplo– de 50 mil pesos. De acuerdo con estimaciones de la diputada del ARI, con sólo suprimir ese límite se podrían recaudar unos 390 millones de pesos al año. “Eso lo hicimos para evitar que se siguiera aplicando el descuento del 13 por ciento, pero el Gobierno lo rechazó”, se quejó la diputada, que anticipó que un amplio grupo de sus pares volverá a la carga con el tema cuando traten el Presupuesto de 2003. Finalmente, mencionó que Duhalde vetó la anulación de las jubilaciones de privilegio para jueces, diplomáticos y miembros de la Iglesia.