[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Un taxi es el escenario donde se desarrolla la historia. Un adolescente con ideas progresistas no tiene mejor suerte que toparse con un chofer autoritario y fascistoide. Cuando el auto intenta pasar por una manifestación comienza la discusión. “Estos pendejos salen a hacer quilombo y se cagan a trompadas con la cana”, enfatiza el conductor. “No es cierto, mis amigos están ahí y no van a tirar piedras, van a que los escuchen.” La discusión va subiendo de tono y el intolerante amenaza al joven. “¿Vos sabés lo que pasó en el ‘76?”, arremete apropiándose del siniestro discurso “¿sabe lo que está haciendo su hijo ahora?”. A lo largo del viaje, el taxista buscará “lavarle el cerebro”. “Lo único que hace falta acá es un chabón con los huevos bien puestos y que ponga orden”, escupe verbalmente en sintonía con el planteo de la “mano dura”. Luego se produce un salto temporal y el joven con ideas de cambio ya es adulto y maneja un taxi. Y tiene los mismos pensamientos que su viejo verdugo... La historia se llama Libre y el título encierra una metáfora del contenido: al subir al taxi conducido por un autoritario el pasajero “pierde su libertad”. Libre fue realizado por los alumnos del quinto año de la escuela Rodolfo Walsh, quienes obtuvieron el primer premio en el concurso de guiones “Escuela cámara... acción”.
El certamen fue organizado por la Secretaría de Educación de la Ciudad juntamente con la Federación Argentina de Productores de Cine (Fapca) y la Cámara de Exhibidores Multipantalla (CAEM). Apuntaba a que estudiantes de tercer a sexto año de las escuelas públicas y medias escribieran un guión. Por haber sido premiado, Libre fue adaptado al formato de cortometraje y se exhibirá desde el jueves 19 de este mes durante una semana en horarios centrales (antes de las proyecciones más taquilleras) en el Hoyts Abasto, Village Recoleta y los tres Cinemark. Libre fue dirigido por el reconocido cineasta Eduardo Mignogna, producido por Pablo Rovito (Fapca) y protagonizado por Alejandro Awada junto a Federico Steppes y Santiago Pedrero, dos jóvenes seleccionados en un casting realizado por la producción.
“Quisimos mostrar que el sistema oprime y no deja expresar las ideas. O sea, la gente se va aburguesando aunque no lo quiera. Al fin y al cabo muchos terminan así”, señaló Lautaro Villar, uno de los mentores de la historia, durante el preestreno realizado el martes en el Cinemark Palermo. En tanto, su compañero Pablo Lischinsky resaltó que quisieron mostrar la realidad como “uno la vive. Todos pensaron que era una visión muy pesimista. Pero si todo se diera color de rosa no se criticaría a nadie y no serviría. En cambio, si uno critica puede dar lugar a una salida o promover un cambio”. En líneas similares, el Jefe de Gobierno de la Ciudad Aníbal Ibarra –presente en el acto– resaltó que “por ahí estaba la idea de que es pesimista. Está mostrando una realidad pero también provoca a que esto no ocurra. Provoca el cambio, provoca a aquel que se quedó o que cambió que pueda tener nuevamente iniciativas”. Awada (el taxista) dijo que el personaje “es un argentino de los que conocemos: facho, resentido, jodido, un sorete de aquéllos. Y lo que me encantó es el estado de conciencia de los pibes para cazarle el pensamiento a tipos como éste”.
Además de su rol como director, Mignogna fue miembro del jurado junto al cineasta Juan José Campanella, Ricardo Manetti y representantes de Fapca y CAEM. “Tratamos de mantener la esencia del cuento y no traicionar el pensamiento de los chicos”, destacó el realizador de La fuga. Mignogna dijo que no esperaban una historia “tan afincada a la realidad”. “Los guiones estaban muy bien hechos pero además era conmovedor el laburo que había detrás”, sostuvo el director de El hijo de la novia. Pero Campanella no se sorprendió de la calidad de los trabajos porque “la juventud argentina es creativa y mucho más compleja respecto de cómo la presentanlos medios”. Finalmente el secretario de Educación de la Ciudad, Daniel Filmus, señaló que, al margen del premio, “el objetivo central es que los chicos aprendan a desarrollar su creatividad y a escribir en forma de relato”.