Las entidades empresarias, autodenominadas el Grupo de los 5, volverán a verse las caras mañana, durante un almuerzo en la sede de la Cámara Argentina de Comercio. Según afirmó a Página/12 Héctor Méndez, titular de la UIA, la idea del encuentro será debatir sobre las “medidas necesarias para evitar que se dispare la inflación” y el futuro de la política exterior del Gobierno, a partir de la llegada de Héctor Timerman a la Cancillería. También confirmó a este diario que se cursará la invitación a las entidades del campo –Sociedad Rural y Confederaciones Rurales–, quienes pegaron el faltazo a la última reunión realizada en marzo porque las cámaras empresarias no habían consensuado un documento “lo suficientemente crítico”, según el paladar de los ruralistas.

El G-5 era en sus orígenes el G-7. Participaban de ese enclave empresario la Cámara Argentina de Comercio (Carlos de la Vega), la Cámara de la Construcción (Carlos Wagner), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (Adelmo Gabbi), la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Jorge Brito), la UIA, junto a la Sociedad Rural, y CRA. Sin embargo, las internas dentro de estas cámaras hicieron que los ruralistas tomaran distancia.

El último encontronazo ocurrió en marzo, cuando Méndez y el titular de la SRA, Hugo Biolcati, habían comenzado a delinear un documento con “consensos básicos” que pretendían imponer en la agenda del Ejecutivo. Eso molestó al Comité de la entidad fabril, ya que Méndez no había consultado a la mesa chica. Esos cortocircuitos quedaron reflejados en un fallido almuerzo organizado por la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA), también en marzo de este año, donde Méndez y Biolcati pegaron el faltazo.

Más allá de las internas, sus dirigentes intentarán concretar un nuevo encuentro y sentar las bases para un posible documento conjunto. “No podemos ser simplemente espectadores. Somos las entidades que manejamos el comercio y los negocios en la Argentina, por eso no podemos quedar afuera de los debates esenciales. Además, el Gobierno tiene la responsabilidad de escucharnos”, señaló a este diario Méndez.

Para esta oportunidad, las entidades rurales serán nuevamente invitadas. “No puede ignorarse a un sector como el campo; sin embargo, no creo que vengan”, comentó a este diario un dirigente fabril. Según pudo averiguar este diario, hasta ayer a la noche ni la Sociedad Rural ni CRA habían recibido la invitación. Por otro lado, quien también intentará participar del cónclave será AEA. “Siempre quieren participar, pero hay resistencia ya que no representan a ningún sector productivo en particular”, comentó a este diario José Ignacio de Mendiguren.

Si bien en principio la agenda de los empresarios será abierta, dos temas concentrarán la mayor atención: la inflación y la política exterior. “El cambio de canciller nos genera alguna preocupación, queremos ver cuál será la línea que se adoptará de aquí en adelante. Esperemos que el nuevo funcionario tenga independencia”, afirmó el titular de la UIA. La preocupación de la entidad fabril pasa por las posibles internas que puedan abrirse dentro de la “burocracia del Palacio San Martín”, a partir de la llegada de Héctor Timerman, y sus consecuencias en el comercio exterior.

Méndez propondrá a sus colegas elaborar un documento conjunto con los temas que se hayan tratado. Si prospera esta iniciativa, los participantes tendrán que consensuar una misma postura, algo que por estas horas resultaría difícil. Por eso el pope fabril se conformaría –en caso de no alcanzar un documento conjunto– con un comunicado de prensa donde queden plasmados todos los temas abordados durante el encuentro.

“El G-5 tiene un bajo perfil, la idea es continuar con las reuniones para debatir sobre los problemas de cada sector y encontrar posibles soluciones. En ningún momento queremos meter palos en la rueda. Queremos debatir ideas y luego llevarlas a una discusión más amplia entre la UIA y la CGT”, concluyó a este diario De Mendiguren.