El total de activos externos de los argentinos residentes alcanzó a fines del año pasado a 177.455 millones de dólares, el equivalente al 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según informó ayer el Indec. Si a ello se suman los 47.967 millones de dólares en reservas internacionales que a esa fecha contabilizaba el Banco Central, la suma total de activos externos en manos nacionales supera los 225 mil millones de dólares. Contra pasivos en el exterior por 166.080 millones de dólares existentes a la misma fecha, la posición neta arrojó un saldo favorable de 59.342 millones de dólares.

Luego de la crisis de 2001, la posición de inversión internacional inició un proceso ininterrumpido de recuperación. Las sucesivas mejoras estuvieron vinculadas con una disminución de los pasivos externos y con la acumulación de superávit de cuenta corriente y balance de pagos. De esta manera, el aumento de la posición neta acreedora fue el resultado de transacciones que incrementaron los activos externos en 11.400 millones, según el informe del Indec. Ese volumen se obtuvo a través del superávit de la cuenta corriente, resultado que fue parcialmente amortiguado con el aumento de los precios de los bonos y acciones en el exterior.

Tomando en cuenta las reservas internacionales del Central el volumen de activos externos asciende a 225.422 millones de dólares, contra 166.080 millones en pasivos. El saldo positivo se incrementó en 1606 millones de dólares durante 2009 respecto del obtenido en 2008, sumando además su sexto año consecutivo de fortalecimiento en esta condición acreedora de la la Argentina.

La posición de inversión internacional, que difunde el Indec, refleja el saldo entre los activos y los pasivos a valor de mercado de los residentes con el exterior. De esta manera, los activos estimados para 2009 estuvieron compuestos por reservas internacionales (47.967 millones de dólares); inversiones directas, que incluyen colocaciones hacia el sector inmobiliario (29.445 millones); y otros activos, tales como tenencia en moneda extranjera, depósitos en el exterior y títulos de deuda y acciones de no residentes (148.010 millones). Los pasivos, en tanto, fueron integrados por inversión extranjera directa (80.154 millones); deuda externa (80.149 millones); y otros 5777 millones vinculados con emisión de cupones PIB durante el canje de 2005.

Por otra parte, la Bolsa porteña concluyó junio con los títulos públicos como la mejor inversión, a los que les siguieron los plazos fijos, mientras que el dólar se apreció un centavo a 3,95 pesos.

Los cupones atados a la marcha de la economía se convirtieron durante el mes pasado en la mejor inversión. En un breve recorrido por las pantallas de la Bolsa porteña se comprobó que las unidades ligadas al PIB permitieron al inversor una diferencia del 10,5 por ciento, en el caso de la emisiones en pesos. La explicación en la que coincidieron analistas del mercado es que el resultado de la reapertura del canje de deuda –que logró un nivel de adhesión del 66 por ciento– permitió apuntalar el precio de los títulos públicos. A esta suba le siguió la del Discount en pesos, que también integró el paquete ofrecido a los holdouts, el cual avanzó 4,7 por ciento, mientras que el Par avanzó 7,4. Entre los nominados en dólares, el Boden 2012, que se entregó a los ahorristas que fueron alcanzados por el corralito y corralón, concluyó el mes con un alza de 6,1 por ciento.

En la plaza cambiaria continuó la estabilidad del dólar, a partir de las intervenciones del Central para amortiguar las oscilaciones en la cotización de la divisa. De esta manera, en el segmento mayorista no se exhibieron prácticamente modificaciones en el tipo de cambio durante el transcurso de todo el mes. En tanto, en agencias y casas de cambio del microcentro el billete verde se reacomodó apenas un centavo arriba y cerró junio en 3,95 pesos. Por su parte, el Central acumuló un stock de reservas de 275 millones de dólares, para finalizar en 49.275 millones.