El saldo entre exportaciones e importaciones arrojó en julio un superávit de 883 millones de dólares, con lo cual se repitió la tendencia iniciada en febrero pasado de un achicamiento del excedente comercial en comparación con los niveles del año pasado. En este caso, la disminución fue del 34 por ciento, según precisó ayer el Indec. La baja del superávit se explicó –al igual que los cinco meses anteriores– por una fuerte expansión de las importaciones, de casi el doble en puntos porcentuales que la suba de las exportaciones. Las primeras crecieron 43 por ciento contra julio de 2009, hasta 5121 millones de dólares, mientras que las ventas al exterior aumentaron 22 por ciento, hasta 6004 millones. En lo que va del año el superávit llega a 8374 millones de dólares, un 26 por ciento menos que los 11.341 millones de enero a julio del año pasado.

Uno de los pilares de la política económica es lo que se conoce como superávit gemelos; es decir, excedentes en el terreno fiscal y comercial. Ambos vuelven a estar asegurados para este año, lo que le da margen de maniobra al Gobierno y previsibilidad al sector privado. En el terreno comercial, la recuperación del nivel de actividad y el levantamiento de algunas de las restricciones a las compras que se aplicaron con mayor énfasis el año pasado, a fin de evitar un desplazamiento de la producción nacional en medio de la crisis internacional, provocaron un sostenido crecimiento de las importaciones. En siete meses ascendieron a 29.924 millones de dólares, 43 por ciento más que el mismo lapso del año pasado (20.954 millones).

En julio aumentaron un 30 por ciento las cantidades ingresadas y un 10 por ciento los precios respecto de igual mes de 2009. Lo que más subió fue la compra de bienes intermedios, que son insumos para la producción, lo que habla del mayor dinamismo de la industria y el sector rural. Las importaciones de este rubro representaron el 31 por ciento del total en el mes –igual proporción en lo que va de 2010–, con un ascenso del 49 por ciento interanual. Las compras de bienes de capital –máquinas y equipos– subieron 32 por ciento –representan el 21 por ciento del total de importaciones–, mientras que las piezas y accesorios para bienes de capital ascendieron 42 por ciento –representan el 19 por ciento–. Por último, las importaciones de bienes de consumo subieron 23 por ciento –con una incidencia en el global del 11,5 por ciento–.

Por el lado de las exportaciones, en siete meses llegaron a 38.298 millones de dólares, 19 por ciento más que en el mismo período de 2009. En julio las ventas de productos primarios escalaron 83 por ciento, las manufacturas de origen industrial, 28 por ciento; las manufacturas de origen agropecuario, 2 por ciento, y las de combustibles y energía bajaron 15 por ciento, en todos los casos contra el mismo mes del año pasado.