ECONOMíA › EL GOBIERNO OBLIGA A LA EMPRESA A DEJAR SIN EFECTO LA úLTIMA SUBA DE COMBUSTIBLES

El aumento de Shell se quedó sin nafta

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dictó una resolución para forzar a la petrolera a retrotraer el ajuste de hasta 3,6 por ciento que aplicó desde ayer. Se amparó en la Ley de Abastecimiento. La medida también alcanza a Esso.

 Por Javier Lewkowicz

El Gobierno aplicó nuevamente la Ley de Abastecimiento para que Shell vuelva atrás con el último aumento que impuso sobre los precios de los combustibles. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, firmó ayer la resolución y estaba previsto que hoy saliera publicada en el Boletín Oficial, indicando que los precios deben retrotraerse al 28 de enero. El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, había considerado previamente que había “una clara intencionalidad política” en la suba de naftas y gasoil y que Juan José Aranguren, presidente de la filial local de Shell, “más que un gerente de una compañía extranjera parece un referente de la oposición”. La medida también afecta a Esso, que movió sus pizarras el fin de semana.

La petrolera angloholandesa Shell comenzó a aplicar desde las primeras horas del martes un aumento que fue del 2 al 3,6 por ciento. La nafta súper, por ejemplo, pasó de 4,149 a 4,299 pesos el litro. El comunicado mediante el cual la compañía informó las modificaciones incluso dejó entrever que se planificaban nuevas subas, que Shell vinculó a los aumentos en el precio del petróleo y en el biodiesel. En el Gobierno salieron a responder con los tapones de punta. El ministro de Economía, Amado Boudou, aseguró ayer que “no hay ninguna posibilidad de que suban los precios”. Por su parte, De Vido indicó que “es un manejo político que hace la compañía del costo del combustible”. Respecto a Aranguren, dijo que “ya sabemos de qué manera opina, juega y cuál es su posición política”.

La herramienta que tiene el Gobierno para evitar estos aumentos es la aplicación de la Ley de Abastecimiento. La resolución que autoriza su vigencia fue firmada ayer a la tarde por Moreno y obliga a retrotraer los precios al nivel del viernes 28 de enero. En Comercio Interior apuntaron que mañana entrará en vigencia. “A efectos de provocar un factor de corrección que reordene el mercado, las medidas deben aplicarse a la totalidad de los integrantes de la cadena de comercialización”, indica la resolución.

La aclaración no es en vano, porque la medida no sólo impacta sobre Shell. También deja sin efecto el aumento de dos centavos que aplicó Esso el último fin de semana en la nafta súper, el diesel y el diesel premium. Esa petrolera ya había aumentado otros dos centavos el litro de esos combustibles durante la semana anterior, pero como la suba fue previa al 28 de enero queda fuera del alcance de la resolución.

La empresa justificó el aumento en sus precios a partir de la suba en el costo de las materias primas, particularmente de 3,5 por ciento en el petróleo crudo, según indicó. Tanto Shell como Esso no son petroleras integradas (a diferencia de YPF y Petrobras), porque no tienen presencia en la extracción, y en cambio deben comprarle el petróleo a otra compañía. De Vido respondió: “El –por Aranguren– habla del precio marginal sobre el valor del export parity y está claro que el mercado argentino no paga el valor de los combustibles en export parity”. En el mercado del petróleo rige una retención móvil que fija el precio interno, por eso Planificación desestima el argumento de Shell.

Sin embargo, analistas del sector advirtieron que los niveles de exportación son bajos, y que sólo el petróleo pesado se vende de forma externa, mientras que el liviano se consume internamente. Esta situación de mercado segmentado permite que, cuando aumenta el precio internacional, la petrolera que lo extrae les exija algo más a las refinerías, como Shell. A diferencia de lo que dice la compañía, el precio internacional no tiene incidencia inmediata en los costos, pero las negociaciones entre petroleras y refinerías pueden incluir ajustes.

A mediados de agosto del año pasado Comercio Interior sacó una resolución similar a la actual para que Shell no aumentara sus precios. La empresa recurrió a la Justicia y en octubre la Cámara en lo Contencioso Administrativo le dio la razón. Luego el Gobierno apeló la decisión, primero frente a la Cámara, y después mediante un recurso extraordinario en la Corte Suprema. Finalmente, a mediados de diciembre Comercio Interior dejó sin efecto la resolución, permitiendo aumentar los precios.

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Shell había aumentado el precio de la nafta súper a 4,299 pesos el litro, un 3,6 por ciento.
Imagen: Télam
 
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