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A comienzos del año pasado, Telecom Italia parecía tener los días contados en el país. Un fallo de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia le había ordenado desprenderse de las acciones en su filial argentina por haberse asociado con Telefónica en Europa. Como la empresa se resistía, el 18 de enero el ministro de Planificación, Julio De Vido, amenazó con quitarle la concesión. Finalmente, un acuerdo de accionistas le puso fin al conflicto y los italianos no sólo no se fueron, sino que cerraron el año con una ganancia record. El CEO de Telecom Argentina, Franco Bertone, informó ayer que la compañía obtuvo en 2010 una utilidad neta de 1821 millones de pesos, 30 por ciento superior a la del año previo, y además terminó de cancelar su deuda.

La empresa registró ventas en el cuarto trimestre por 4195 millones de pesos y en todo el año acumuló 14.679 millones, lo que representa una mejora interanual de 25 y 20 por ciento, respectivamente. La suba estuvo apuntalada por la telefonía móvil y la Internet por bancha ancha.

En el mercado de celulares, Personal facturó 9501 millones, 25 por ciento más que en 2009, y los servicios de valor agregaron aportaron 3388 millones, 46 por ciento más que el año anterior. La penetración de la telefonía móvil llega al 130 por ciento (por cada habitante hay 1,3 aparato) y el crecimiento del tráfico de datos se evidencia en los mensajes de texto. En 2009 se habían enviado un promedio de 3000 millones por mes y el año pasado 4600 millones.

En el mercado de banda ancha, Arnet facturó 1374 millones, 30 por ciento más que en 2009. Argentina es el país de la región con mayor penetración de este servicio (37 por ciento de los hogares), duplicando a Chile y Brasil. De esa torta, el 35 por ciento lo concentra Telefónica, el 34 Arnet y el 31 por ciento Fibertel. Bertone dijo que en el cuarto trimestre el porcentaje de rotación de clientes que tuvo la empresa (la suma de los que se suscriben y se dan de baja) fue del 1,2 por ciento del total, por debajo del promedio internacional (2 por ciento). “No fuimos afectados por el caso Fibertel”, confirmó el Ejecutivo.

A diferencia de la telefonía fija, en los segmentos de telefonía móvil y banda ancha los precios están desregulados. De hecho, Bertone reiteró que a partir del 15 de marzo volverán a subir, entre 10 y 15 por ciento. Al ser consultado sobre el destino que le van a dar a las ganancias, informó que invertirán 2500 millones de pesos en la red y además reservarán recursos para hacer una oferta en la licitación de frecuencias del espectro radioeléctrico que el gobierno debería realizar este año. También declaró que se están preparando para cuando a fines de este año se habilite la portabilidad numérica que les permitirá a los clientes cambiar de compañía sin perder su número de teléfono. “No creemos que el efecto comercial sea disruptivo. En Brasil, la tasa de migración fue limitada. Igual el costo que supone la implementación es del uno por ciento de nuestro margen”, afirmó.

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