Viernes, 8 de julio de 2011 | Hoy
ECONOMíA › LAS OPERACIONES DE CONTADO CON LIQUIDACION ESTAN CON SU VALOR MAS BAJO EN LO QUE VA DEL AÑO
El “contado con liqui” es uno de los canales habituales para sacar capitales del país. Sin embargo, en las últimas semanas hubo una caída significativa en el costo de esas transacciones, lo que sería un reflejo de una menor demanda.
Por Cristian Carrillo
La salida de capitales comenzó a mostrar indicios de desaceleración. El costo de las operaciones de contado con liquidación, que consiste en la compra de un bono o acción en pesos en el mercado local para venderlo en el exterior y obtener dólares, se ubicó esta semana entre 4,17 y 4,21 pesos. Es un precio apenas superior a la cotización de la divisa al público, que ayer cerró a 4,15 pesos. Es la menor brecha de todo 2011, según destacó la Comisión Nacional de Valores (CNV), que realiza un seguimiento diario de esas transacciones. Desde el organismo aseguraron que el dato refleja una fuerte reducción de la salida de capitales, al menos entre los grandes jugadores. A esto se suma el cambio de posición del Banco Central, que volvió a intervenir con compras en la plaza cambiaria. El stock de reservas quedó en 51.595 millones de dólares.
El dólar registró esta semana una leve suba, de un centavo, para quedar a 4,15 pesos para la venta. Fue el primer ajuste del mes, mientras que en lo que va del año acumula un alza de catorce centavos, equivalente a 3,5 por ciento. La gradualidad de los reacomodamientos le permite al BCRA desalentar las compras de “oportunidad”, ya que se mantiene como una de las peores alternativas para inmovilizar fondos. Ni siquiera le gana a la inflación oficial, que a mayo acumula un alza de 3,9 por ciento. Las tasas de interés que ofrecen los bancos más que duplican esa diferencia: ofrecen en promedio un 12 por ciento anual.
El dólar informal, por tanto, es un reflejo de la fuga de divisas, tanto en las operaciones de contado con liquidación como la compra física de billetes en cuevas de la city. La salida de capitales por vía de la compraventa de títulos públicos o acciones fue característica de las décadas del ochenta y noventa y durante la crisis de 2001. En 2008 reapareció con fuerza a partir del lockout de las corporaciones agropecuarias, alcanzando su máximo con la debacle financiera internacional, en octubre de ese año, con 2927 millones de dólares. En ese momento, el BCRA, la CNV y la AFIP dispusieron una serie de medidas para detener la sangría. Desde entonces a la fecha el volumen de operaciones de “contado con liqui” se mantuvo en torno de 20 millones diarios.
A pesar de ser marginal el volumen operado por la vía informal, el goteo se mantuvo constante en las últimas semanas. Esto pudo verificarse hasta hace unos días en la brecha en el precio respecto del formal. Es así que el mes pasado se registraron precios, derivados del valor implícito del dólar en el contado con liqui, de hasta 4,45 pesos, más de 30 centavos por encima de la cotización formal. El valor surge de parámetros como el tipo de cambio esperado, los costos transaccionales existentes y las primas de liquidez, que varían de acuerdo con el instrumento y con el plazo. La justificación de que se mantuvieran estas prácticas, para los gurúes de la city radica en la incertidumbre típica de un período preelectoral. El contado con liqui responde a la decisión de los inversores de sortear las barreras al ingreso o salida de divisas.
El costo de la operación suele ser tomado como indicativo de una salida o entrada de dólares, dependiendo de si es mayor o menor, respectivamente, al promedio oficial. Esta semana esa diferencia se redujo a entre dos y seis centavos, dependiendo del título que se utilice para hacer la compraventa simultánea o “cable”. De acuerdo con los registros de la CNV, esta semana se cursaron operaciones denominadas cable con cupones de PIB, con un dólar implícito de 4,18 pesos; con la variante de ese bono en dólares, se pagó entre 4,19 y 4,21 pesos; con el Bonar XIV, 4,17 pesos, y con el Bonar XIII, 4,22. Se trata de los cuatro títulos públicos con cotización en Nueva York que presentan mayor volumen de negocios.
“Lo que se ve es una combinación de factores. La dolarización de cartera está aminorando porque estamos interviniendo fuertemente para evitar operaciones fuera de la ley, pero también porque no existen razones para la fuga”, explicó una fuente oficial. Quienes compran bonos en pesos y los venden en cable –casi en simultáneo– quedan registrados en los “intermediarios” donde operan y la información es disponible para los organismos de control correspondientes. De todos modos, el incentivo que algunos actores encuentran para utilizar esta vía es el de no figurar en el registro de operaciones del Mercado Unico y Libre de Cambios y en algunos casos superar los límites mensuales de transferencias al exterior por individuo.
La reducción en el contado con liqui no implica la desaparación de la dolarización de carteras, pero la evaluación de la CNV es que en las últimas semanas se apreció una disminución de la salida de divisas.
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