ECONOMíA › LOS NUMEROS FISCALES NO SON TAN BUENOS COMO SE CREE
Recaudación muy bien inflada
Los ingresos de marzo crecieron casi 57 por ciento. Sin embargo, los expertos dicen que, descontada la inflación, son bastante modestos.
La recaudación de marzo ascendió a 4823,4 millones de pesos, lo que representa un aumento de 56,8 por ciento frente a igual mes del año pasado. La suba parece enorme. Sin embargo, hay quienes evalúan que los datos son menos alentadores de lo que dice el Gobierno y que la recuperación es bastante más débil de lo que se cree. En especial, porque el IVA apenas creció al ritmo de la inflación. Los números a simple vista impresionan. Con el resultado de marzo, los ingresos fiscales del primer trimestre fueron de 15.078 millones de pesos, 58,9 por ciento más que en igual período del año pasado. Dichos ingresos alcanzan para cumplir las metas fiscales previstas en el acuerdo con el Fondo Monetario.
Sin embargo, buena parte del incremento de la recaudación se explica por la inflación, que, valga la redundancia, infla todas las cifras de facturación de las empresas. Por eso, las cifras lucen mucho menos atractivas cuando el análisis se realiza a nivel desagregado y teniendo cuenta el efecto inflacionario.
La recaudación del IVA creció en marzo “sólo” 44,7 por ciento, un aumento modesto si se tiene en cuenta que el índice de precios al consumidor subió en el mismo período 42 por ciento. De acuerdo al tributarista Leonel Massad, “el IPC es un buen índice para medir la variación real de la recaudación del IVA, porque el IVA final recae sobre el consumidor”. La aclaración es válida porque si se tomara el índice de precios mayoristas, que aumentó más del 100 por ciento, no habría crecimiento real alguno del IVA.
Para Massad, “los datos del IVA muestran que la recaudación casi no aumentó en términos reales. No lo atribuyo a un incremento en la evasión, en relación a los meses anteriores, sino a que no hay una recuperación significativa de la economía”, afirma el ex titular de la DGI.
La recaudación del Impuesto a las Ganancias, en tanto, subió en marzo un 63 por ciento. Pero en este rubro también estaría jugando, de manera desproporcionada, el efecto inflacionario. En marzo empiezan a pagar anticipos los que cerraron balance en octubre pasado, pero también están pagando los que cerraron entre abril y septiembre. Según Massad, “el que no se permita un ajuste por inflación en los balances incrementa de manera ficticia las ganancias en un 80 o 90 por ciento de los casos.
Al contrario, en otros rubros, como ser el impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC), la magra recaudación se explica por la falta de adecuación de algunos tributos a los tiempos inflacionarios. Los ingresos por el ITC en las naftas aumentó sólo 14 por ciento, ya que se siguió cobrando como una suba fija, pese la fuerte suba de precios en el sector.
Por otro lado, los aportes personales de los trabajadores al sistema jubilatorio aumentaron un 21,8 por ciento, mientras que las contribuciones patronales subieron 20,6 por ciento. En ambos casos, la explicación puede tener que ver con un aumento del empleo, de mejoras en la fiscalización y/o de incrementos salarios ocurridos en algunos sectores exportadores.
Hay un cálculo más que sirve para alejar cualquier interpretación exitista. El mes pasado, las retenciones a las exportaciones aportaron al fisco 739,3 millones de pesos, más del 15 por ciento de los ingresos totales del mientras el impuesto al cheque sumó otro 10 por ciento del total. Si ambos items se deducen de la recaudación de marzo, se tiene ingresos por 3663 millones, apenas 340 millones más (12 por ciento más) a lo obtenido en marzo de 2001. Pero sin contar el efecto inflacionario.