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En el mismo decreto que se dispone la apertura del corralón, el Gobierno tomó una medida reclamada por las entidades financieras que tienen deudas con el Banco Central por el auxilio recibido durante la crisis. Se alargaron los plazos para devolver los redescuentos: ahora los bancos tienen casi siete años para hacerlo, al tiempo que abaratan sus costos. La deuda total de los bancos con la autoridad monetaria alcanza a 20.000 millones de pesos.
Los redescuentos se otorgaron durante la corrida financiera del 2001, que desembocó en el corralito y el colapso de la Convertibilidad. Hasta ahora, el costo del auxilio se asemejó al rendimiento de las Lebac (Letras del Banco Central) de corto plazo. Esa tasa, que en la actualidad es inferior al 10 por ciento anual, alcanzó al 135 por ciento a mediados del año pasado, en el peor momento de la crisis, cuando el dólar trepó a 4 pesos. Actualmente, los bancos le están devolviendo al Central unos 100 millones de pesos mensuales.
El socorro del Central se extendió principalmente a los bancos públicos Nación y Provincia de Buenos Aires, junto a los privados Galicia, BBVA Francés y Río-Santander. Con la nueva norma, las entidades financieras lograron “calzar” sus deudas con el Central con los vencimientos de los préstamos garantizados (títulos públicos) que poseen en cartera. De esta manera, podrán abonar los pasivos hasta en 70 cuotas mensuales, a partir de marzo del año próximo. Cada cuota no podrá ser inferior al 0,9 por ciento del total adeudado. Los bancos tendrán 30 días hábiles para adherirse al nuevo sistema. El Gobierno sólo incluyó a los préstamos garantizados y a los Boden 2013, que son bonos nacionales, quedando al margen la cartera de títulos provinciales y de activos privados de los bancos, aun cuando éstos hayan quedado como garantía del auxilio recibido por el Central.
El saldo de los redescuentos se ajustará mensualmente por el CER. Además, devengarán una tasa del 3,5 por ciento anual, que las entidades tendrán que pagar cada mes. El valor de las garantías se mantendrá sin alteración hasta fines de 2004 o hasta que finalice la renegociación de la deuda, según lo que ocurra primero.