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Los bancos privados nacionales nucleados en la recién creada Adeba se reunieron ayer con la actual cúpula de la Unión Industrial Argentina, que será renovada en pocos días. Ambas partes aseguran que se trató sólo de un encuentro protocolar, uno de los varios a través de los cuales los banqueros realizaron su presentación en sociedad. Sin embargo, el cónclave de ayer también puede ser observado como un intento de aproximación entre la banca local, ya escindida de las entidades de capital extranjero, con los sectores manufactureros en la búsqueda de conformar lo que podría caracterizarse como una nueva burguesía nacional.
“Si nosotros tratamos de entendernos y no podemos, ¿cómo podemos pensar que nos puede interpretar bien la banca extranjera?”, fue la chanza con la que ayer Cristiano Ratazzi (Fiat) explicó ante Página/12 la afinidad que a priori debería existir entre los dos grupos.
La actual conducción industrial, a cargo de Héctor Massuh, ya tendió líneas en el Banco Central y con algunas entidades, con miras a tener líneas especiales de financiamiento para empresas chicas y medianas. La suerte de tal iniciativa probablemente no será resuelta por los actuales actores, dado que la UIA renueva conducción el próximo día 22 y en términos políticos es previsible que se espere la opinión sobre el tema del nuevo gobierno.
“Nosotros tenemos el plan de acercarnos a los bancos, así como a otras instituciones empresarias al estilo de la Sociedad Rural o la Cámara Argentina de la Construcción”, explicaba anoche el vicepresidente de la Unión Industrial y postulante a presidirla, Alberto Alvarez Gaiani. Cuando aún el acercamiento al sector financiero buscaba un lugar en la agenda industrial, los hombres de la central fabril se vieron sorprendidos por el cisma en la representación gremial de los banqueros.
Adeba, presidida por Jorge Brito (Macro/Bansud), tiene especial interés en afianzar vínculos con otras entidades, una vía para buscar afianzarse. El acercamiento a la UIA tuvo buena acogida en el frente fabril.