ECONOMíA › LA MIGRACION DE DEPOSITOS FAVORECIO A LA BANCA PUBLICA

Ser oficial ya no es mala palabra

La falta de apoyo de las casas matrices y la desconfianza sobre su voluntad de seguir en el país hizo que muchos ahorristas encontraran refugio más seguro en los bancos públicos. La migración de depósitos favoreció a estos últimos a partir del corralito.

 Por Claudio Zlotnik

Los bancos públicos fueron los grandes ganadores de la crisis. Así se desprende de la evolución que mostraron los depósitos durante 2002, de acuerdo a los registros del Banco Central a los que tuvo acceso exclusivo Página/12. A lo largo del año que sucedió a la instauración del corralito, los depósitos en los bancos estatales crecieron un 51 por ciento. Lejísimo del 5,2 y del 4,5 por ciento de expansión en las entidades extranjeras y privadas nacionales, respectivamente. Este comportamiento de los ahorristas tiene una explicación: tras la estafa del 2001, el paso al costado de varios extranjeros y la falta de apoyo financiero de las casas matrices, los bancos públicos aparecieron ante el público como refugio ante un eventual rebrote de las turbulencias.
La explosiva suba de los depósitos en las entidades estatales redundó en que éstas le quitaron mercado a los privados. Pasaron de controlar el 34,9, al 43,6 por ciento. De los casi 9 puntos que ganaron los estatales, 6,3 lo tomaron de la porción de los foráneos, que retrocedieron del 48,1 al 41,8 por ciento de participación en el sistema.
El traspaso de clientes de los privados a los públicos es consecuencia directa de la decisión de las casas matrices de los extranjeros de correrse de la crisis y no capitalizar a sus filiales argentinas. Un segundo aspecto refiere a que, durante la corrida que desembocó en el corralito, el Banco Central auxilió a los bancos estatales con los fondos necesarios para que éstos hicieran frente a la demanda de los ahorristas. Esta decisión hizo que, al momento de preservar sus ahorros, la gente ahora prefiera a los públicos: existe la sensación de que cuentan con el respaldo del Estado, a diferencia de los privados que corren con el riesgo de quedar insolventes y quebrar en medio de la crisis.
Los bancos públicos funcionaron como una aspiradora de fondos. En un año absorbieron depósitos por 11.000 millones de pesos. El estatal que más depósitos ganó durante el año pasado fue el Nación: obtuvo 5500 millones de pesos y confirmó su liderazgo en el sistema financiero al retener 16.157 millones al 31 de diciembre pasado. El Ciudad de Buenos Aires también mostró un importante crecimiento, del 48,6 por ciento, al ganar unos 1200 millones de pesos y totalizar 3707 millones. El Banco Provincia de Buenos Aires vio crecer sus colocaciones en un 29,6 por ciento, hasta 7632,7 millones de pesos.
Entre los seis extranjeros líderes del ranking de depósitos del sector, que involucran el 88 por ciento del total de colocaciones (ver recuadro), el único que perdió fondos fue el estadounidense BankBoston: perdió 4,5 por ciento de las colocaciones y posee 4127 millones de pesos. En cambio, el inglés HSBC fue el que más ganó: 775 millones y, a fin del año último, acumulaba 3584 millones de pesos.
Si se toma en cuenta al septeto de entidades financieras privadas de capital nacional con mayor captación de depósitos –el 80 por ciento del sector–, la única que cayó en colocaciones fue el Galicia: un 29,6 por ciento. En total se fugaron 1420 millones de pesos en un año. Durante el 2002 se convirtió en el banco privado más perjudicado por la crisis. Fuentes del banco dijeron a Página/12 que la situación se había revertido y que las colocaciones, en especial a plazo fijo, crecieron en forma acelerada en lo que va de este año.
En el primer trimestre de 2003 se notó un importante regreso de los ahorristas a los bancos. En tres meses, los plazos fijos crecieron en unos 6000 millones de pesos. Su expansión se desaceleró ante la proximidad de las elecciones. En estos momentos, el Central está recibiendo y procesando los primeros datos sobre la primera parte del año.
Con la evolución de los depósitos a la vista se entiende la preocupación del Fondo Monetario por sacar de carrera a los bancos públicos. Los técnicos del FMI plantearon sin dudar que la banca estatal debía correrse del negocio de la captación de fondos. Ahora queda claro que esa posturase debe a que las entidades públicas representan una competencia difícil para los privados extranjeros, habituales aliados del FMI.

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Hall de la Casa Central del Banco de la Nación Argentina. Un bunker más confiable para ahorristas.
A pesar de las presiones para su privatización, el público volvió a elegirlo para sus depósitos.
 
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