SOCIEDAD
Los desarmaderos bajo la lupa en el crimen del padre de una fiscal
La fiscal lomense investiga los desarmaderos de autos. Otra hipótesis es un conflicto familiar.
Por Alejandra Dandan
El crimen del padre de la fiscal de Lomas de Zamora “puede encuadrarse con el título de mafioso”. La certeza corre por cuenta de las fuentes de la fiscalía de Zárate, encargada de investigar los móviles, los desplazamientos y el incendio que partió del baúl de una camioneta donde estaba maniatado Juan Carlos Fernández, el padre de la fiscal que desde hace un año lleva adelante una de las megacausas contra los desarmaderos de autos del conurbano bonaerense. Ese antecedente está ahora bajo la lupa de los investigadores. Después de los resultados arrojados por las pericias, están convencidos de que el crimen fue hecho por “profesionales” dispuestos a hacer “desaparecer todo tipo de evidencias”.
Juan Carlos Fernández murió incinerado en el baúl de su camioneta Mitsubishi Galloper entre la madrugada del miércoles y el jueves, el momento en el que los vecinos de un barrio de Ingeniero Maschwitz oyeron los sonidos sordos de una explosión y dieron el parte a la policía. Fernández apareció en el baúl de su camioneta, en ropa interior, con una bata blanca, atado y con el cuerpo completamente quemado. En el interior de la Mitsubishi la policía encontró su ropa también atada y envuelta.
De acuerdo a las pericias, el incendio estuvo en “manos de un profesional, comenzó por la parte trasera donde estaba el cuerpo y se extendió hacia adelante”, explica ahora una de las fuentes de la Fiscalía de Irene Molinari, encargada de las pesquisas. Para los investigadores, el homicida pretendía hacer desaparecer el cuerpo y el auto hasta dejarlos convertidos en cenizas. “Sólo los ruidos de la explosión oídos por la gente –continúa la fuente– impidieron que el cuerpo no terminara de calcinarse”.
Fernández era el padre de Verónica Fernández Zagari, una de las fiscales de la UFI del fiscal Lorenzo Latorre, de Lomas de Zamora, que intervino en distintas causas contra desarmaderos de la provincia. En esas investigaciones, la fiscalía ordenó hasta ahora diez detenciones, entre los que quedó preso Elbio Fernández, uno de los pesos pesados del negocio de autos. Aunque hasta el momento en la fiscalía no habían recibido ningún tipo de amenazas o presiones, la conexión de las causas con esta muerte no está descartada. “Porque entendemos una cosa –advierte una de las fuentes consultadas–, quien pretende matar no avisa, mata directamente”.
Esta línea está alimentada además por otro antecedente. Hace un año, fue asesinada quien por entonces era la mujer de Juan Carlos Fernández. Sara Aída Genone no era madre de la fiscal, pero era la mujer con la que convivía su padre. Las causas y las medidas que por entonces llevaba adelante su hija plantearon la posibilidad de leer aquella muerte con la lógica de un crimen por encargo. En esa línea trabajaron al comienzo los fiscales de Morón que se quedaron con la causa, un expediente que poco después sumó otras hipótesis vinculadas a una disputa familiar por una herencia de 50 mil dólares.
Cuando murió, Sara Genone tenía 59 años, otras dos hijas y era dueña de una pequeña fortuna. Con su muerte, esa fortuna se trasformó en parte de la herencia que acababa de recibir ahora Fernández. Este asunto de la herencia y de quiénes podrían disputarla, encierra la otra hipótesis fuerte que manejan los fiscales. “De acuerdo a los datos que surgen de los expedientes –explica la fuente consultada– las personas del entorno familiar no estarían ajenas al hecho”.
En este contexto, en los próximos días se harán nuevas pericias y se les tomará testimonio a las hijas de Genone, a la fiscal y también a quien en estos últimos meses se había convertido en la nueva pareja de Fernández. Esta mujer fue quien por última vez estuvo con él. Esto sucedió el miércoles a las siete de la tarde. Después ya no lo volvieron a ver.