El ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró ayer que Telecom fue descartada en la licitación del espectro porque la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) evalúo que suponía un riesgo darle más participación a una empresa que está siendo analizada por un proceso de concentración monopólica. “El caso de la famosa integración monopólica de Telefónica y Telecom, que el Gobierno había encontrado una forma de resolver, luego se volvió a quebrar al comprar Telecom Italia parte del porcentaje de los socios argentinos”, afirmó.

La investigación a la que hizo referencia De Vido es la que abrió la CNDC en 2007 cuando Telefónica de España ingresó como accionista de Telecom Italia y, de manera indirecta, en su filial y principal competidora en el mercado local de telecomunicaciones. En agosto de 2009, la CNDC emitió un dictamen que obligaba a Telecom Italia a vender sus activos en el país debido a su vínculo con Telefónica, pero la decisión fue anulada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico, y el propio gobierno sorprendió en agosto de 2010 al aceptar un compromiso de los accionistas que no sólo les permitió a los italianos seguir en el país, sino incluso derivó en un incremento de su participación en la filial local en marzo de 2011. Ese incremento que llevó a Telecom Italia a tener el 68 por ciento de Sofora, controlante de Telecom Argentina, es el que ayer cuestionó De Vido.

El compromiso de conducta asumido por Telecom Italia conlleva una serie de prohibiciones para las partes y la concentración económica está subordinada a su cumplimiento, aunque no hay veedores oficiales en la empresa. Es una carta en la manga que se guardó el Gobierno y las palabras de De Vido dejan en claro que la tiene presente. No obstante, fuentes oficiales señalaron a este diario que desde marzo de 2011 no ha habido otros cambios en la estructura de propiedad ni se han detectado conductas que pudiesen ser interpretadas como una violación del compromiso asumido por la compañía.