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El Banco Mundial destrabó ayer un préstamo por 500 millones de dólares al país, el cual se destinará, en parte, al rescate de las cuasimonedas provinciales. Como informó este diario, Roberto Lavagna estaba muy preocupado porque en el último mes el Banco había frenado los reembolsos de los vencimientos de deuda que el Gobierno venía pagando puntualmente con reservas del Banco Central. Y temía que esa actitud fue una forma más de condicionar al nuevo gobierno. Según fuentes de Economía, el Banco Mundial adeudaba 1200 millones de dólares por vencimientos abonados por el Gobierno y no reembolsados por la entidad. Los 500 millones concedidos ayer por el Banco servirán para cubrir ese bache, pero aún restan otros 700 millones que Washington debería girar en las próximas semanas.
El préstamo de 500 millones apoya también los programas de asistencia social prioritarios del Gobierno como el que apoya a los jefes de hogar, becas escolares y programas alimentarios. Sea como fuere, lo que está claro es que los organismos de Washington no están dispuestos a desembolsar ni un centavo de fondos frescos. Ni siquiera para el rescate de las cuasimonedas, que hasta ahora se realizó con emisión de pesos respaldada por las propias reservas del Central.