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El Indec presentó ayer un trabajo especial para aclarar cómo deben leerse sus informes sobre la Canasta Básica Total (CBT), que determina la línea de pobreza, y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que fija la línea de indigencia. Sostiene que ambos indicadores “constituyen valores teóricos” y que “es erróneo realizar para cualquiera de esas presentaciones un promedio simple por individuo y por día”. Esto es en respuesta a artículos periodísticos que afirmaron que para el Indec una persona puede vivir con 6 pesos diarios para no ser indigente y con 13 pesos por día para no ser pobre. El organismo rechazó esa interpretación. Igualmente, criticó el esquema estadístico de línea de pobreza, instaurado a principios de los ’90. “Es un concepto hijo de su época”, cuestionó.

El Indec afirmó que el “desafío” de la entidad es presentar una nueva medición de la pobreza y el cálculo de la canasta básica con un “enfoque multidimensional”, para dejar de lado el actual método unidimensional del ingreso. La nueva canasta y su medición están en pleno proceso de elaboración, precisaron. También aclararon que el nuevo indicador convivirá “por un tiempo prolongado” con el actual para “garantizar la comparabilidad de los datos”.

Según el Indec, el método vigente de la línea de pobreza se encuentra desactualizado, ya que en él “subyace el concepto neoliberal de que el bienestar material se reduce a la medición de la capacidad de compra en el mercado de bienes y servicios”, y no el nuevo modelo de inclusión social que comenzó a regir desde 2003. Con la línea de pobreza “quedan excluidos de la medición los bienes y servicios provistos a través de la distribución secundaria de ingresos: educación, salud, y otros bienes como alimentos o computadoras”.

Con el método vigente, en proceso de reemplazo, la pobreza no subiría “si se suprimieran la educación y la salud pública”. Además, omite la contemplación de si los individuos reciben bienes y servicios al margen de sus ingresos, como cuando los niños reciben alimentos en las escuelas.