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La Unión Industrial Argentina y el ministerio de Economía protagonizaron un duro entredicho después que el titular de la entidad fabril, Alberto Alvarez Gaiani, se refiriera el miércoles a la situación económica como una “meseta” a la que se arribó después del “veranito”. Esos términos equivalen a negar la existencia de una reactivación genuina, como bien lo sabe Roberto Lavagna: a través de su vocero, el ministro de Economía replicó recriminándole al dirigente industrial tener el “asesoramiento de gente que defiende y añora la Convertibilidad”. Aquellas declaraciones también provocaron inquietud en el seno de la propia UIA, que hacia la tarde intentó aplacar los ánimos con un comunicado complaciente.
A través de un documento difundido ayer a la tarde, la Unión aclaró que “de ninguna manera” considera que las mejoras de los niveles de actividad que se vienen registrando constituyan un “veranito”, y que “por el contrario, evalúa que los índices de crecimiento de actividad son muestras evidentes de un proceso de reactivación sostenida, que exceden de consideraciones sobre rebotes técnicos o mejoras transitorias de la economía”.
“Argentina hace meses que ha abandonado la recesión y ha comenzado un sendero de expansión”, destaca el texto, donde la conducción de la entidad fabril también destaca que “los niveles de recuperación del PBI, de producción industrial y de recaudación fiscal, confirman el crecimiento”.
El comunicado significa una marcha atrás respecto de las ideas que
Alvarez Gaiani expresó el miércoles al término de un encuentro con el ministro de Economía. Entonces advirtió que un dólar por debajo de los tres pesos significaba un problema para muchos sectores industriales y juzgó que la economía se encuentra en una meseta. “Lo que pasa es que había sectores que venían con una fuerte reactivación y ahora están estables”, intentó precisar ayer el titular de la entidad fabril en declaraciones a la agencia oficial Télam.
Pero para entonces, sus dichos del día anterior ya habían irritado a Lavagna, quien encomendó el contraataque a su vocero, Armando Torres. “El ministro no comparte los términos de veranito y meseta. Es evidente que el señor Alvarez Gaiani está asesorado por economistas que defienden y añoran la convertibilidad”, sostuvo.
Similar inquietud causaron las declaraciones de Gaiani en el interior de la propia UIA, donde aún no están cerradas las heridas de la reciente elección interna. Guillermo Gotelli, quien en esos comicios lideró la lista opositora promovida por Techint, aprovechó la circunstancia para distanciarse de su rival y fustigarlo.
“La economía está creciendo al cinco por ciento por año, eso no es un veranito”, opinó Gotelli. “No es cierto que el grupo Industriales (la lista opositora que él encabezó en los comicios internos de abril) esté pidiendo un tipo de cambio más alto, sino que el que lo pide es él”, en alusión a los comentarios sobre Alvarez Gaiani acerca de que un dólar por debajo de los tres pesos podría complicar a la industria. “Nosotros siempre dijimos que el tipo de cambio es un emergente de otras cosas”, remarcó el delegado de la familia Rocca en la conducción de la UIA.