EL PAíS › DIPUTADOS DE SAN LUIS CRITICARON AL MINISTRO LAVAGNA
Puntanos con los tapones de punta
Por Eduardo Tagliaferro
El secreto en la política parece tener los días contados. Así como en el discurso de asunción del mando el presidente Néstor Kirchner anunció que cada vez que sintiera una presión se lo diría a la población, los representantes del gobierno de San Luis decidieron hacer público ayer lo que calificaron de “apriete político e instigación a la corrupción” que habría realizado anteayer el ministro de Economía Roberto Lavagna en una reunión oficial. “Antes de remitirle los fondos de la coparticipación que le adeuda a la Provincia, los legisladores nacionales de San Luis deben revisar sus posiciones en el Congreso de la Nación ya que siempre están entorpeciendo las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional”, denunció la senadora Liliana Negre que fue la respuesta del titular de la cartera económica cuando funcionarios provinciales le reclamaron al ministro fondos adeudados por la Nación.
Acompañada por el secretario legal y técnico de San Luis, Eduardo Allende, la senadora puntana señaló que “el ministro Lavagna es un dictador que no quiere un debate de ideas”. Allende comentó que anteayer participó junto a la ministra de Economía provincial, Sandra Pérez, de una reunión con Lavagna y su responsable del área legal y técnica, Eduardo Pérez.
Los funcionarios puntanos habían solicitado la audiencia con Lavagna para reclamar una deuda de unos 20 millones de pesos en concepto de coparticipación federal que el Estado Nacional tiene con el gobierno provincial. De paso, también le reclamaron la devolución del depósitos acorralados en el Banco Nación. “San Luis no está entre los problemas del gobierno nacional” fue, de acuerdo a los dichos del secretario puntano, la primera respuesta de Lavagna.
Luego el ministro se habría despachado con una serie de objeciones que tiene contra los legisladores nacionales de aquella provincia. Le señaló a la comitiva de San Luis que fueron precisamente los legisladores puntanos los que impulsaron la suspensión de las ejecuciones hipotecarias, norma no vetada por Eduardo Duhalde y por la que el ministro pidió un “perdón” al FMI. El ministro también se acordó de las objeciones formuladas por Negre respecto de los derechos laborales en los casos de transferencias de entidades financieras.
“Ustedes tienen diálogo con sus legisladores nacionales. Díganles que cobren su sueldo pero que no vayan más a trabajar”, comentaron los funcionarios puntanos que fueron los dichos de Lavagna ya molesto por las definiciones de los parlamentarios de San Luis en el Congreso. “Sí, que sean ñoquis”, recuerdan que les respondió cuando aún sorprendida la ministra de Economía provincial le preguntó a Lavagna “si quería que los legisladores se conviertan en ñoquis”.
“Eso es instigación a la corrupción”, fue la calificación que Negre hizo de los dichos de Lavagna. La senadora insistió en su defensa de los derechos laborales de aquellos empleados bancarios cuyas firmas sean transferidas. “Esto es innegociable para mí”, repitió la parlamentaria, que de paso recordó que la no contemplación de los contratos de trabajo está vigente en las reformas a la ley de quiebra. “Ese era uno de los motivos por los que el entonces ministro Chrystian Colombo propiciaba la quiebra de Aerolíneas Argentinas”, redondeó la senadora para dejar en claro que de esta manera las firmas se quedan con los activos y se desprenden “gratis” de sus empleados. Una historia conocida.