El Gobierno elevó la estimación del superávit comercial para este año hasta los 11 mil millones de dólares, a partir de una mejor cosecha de maíz que la prevista meses atrás. Se lo comunicó ayer el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a los empresarios del sector cárnico y la comercialización que semana de por medio reúne en su despacho. El funcionario también aseguró, en función de conversaciones con molineros, que el pan va a estar más barato el año que viene después de que se coseche el trigo, cuya superficie cultivada creció en relación al año pasado.

El primer semestre del año arrojó un saldo comercial positivo de 4994 millones de dólares, lo que representa una caída interanual de 24,9 por ciento. Ese desempeño se explica por las fuertes caídas, de 58, 49 y 38 por ciento, en el resultado comercial de febrero, marzo y abril, respectivamente, frente al mismo mes de 2012. Las bajas guardan relación con mermas en las exportaciones de petróleo crudo, trigo, grasas, aceites y lácteos, y las mayores compras de combustibles como gas natural de Bolivia, gasoil de Estados Unidos y Rusia, gas natural licuado de Qatar, gasolinas desde los Países Bajos. También se adquirieron más autopartes y autos, bienes de capital y medicamentos.

A partir del rendimiento del comercio exterior en lo que va del año, algunos analistas plantearon el interrogante sobre si el gobierno podría alcanzar el objetivo que se puso meses atrás de 10 mil millones de dólares de resultado comercial. Sin embargo, los buenos resultados de la campaña maicera mejoraron las perspectivas oficiales sobre el ingreso de dólares comerciales. El dato es relevante puesto que se trata casi de la única vía de acceso a las divisas, virtualmente cerrado el canal financiero. Por eso, una mejora puede relajar la tensión entre importadores, que en los últimos meses se enfrentaron a una muy compleja tramitación de las DJAI, cuya aprobación necesitan para poder adquirir bienes del exterior.

Un problema adicional es que los despachantes de Aduana se acostumbraron a presentar varias veces y seguidamente las DJAI observadas por Comercio Interior, con la intención de que en algún momento salga aprobada, lo que genera un sobretrabajo en esa dependencia. En el sector esperan que de cara a las elecciones la gestión de las importaciones se agilice.

La cosecha prevista de maíz pasó de 26 a 32 millones de toneladas, avance que a unos 250 dólares la tonelada permite al Estado obtener divisas adicionales por 1500 millones de dólares. La cosecha maicera se embarca hasta septiembre u octubre. Luego se vende al mercado interno el resto, cupo que en general está entre seis y ocho millones de toneladas, de modo que la exportación neta sería de unos 24 a 26 millones de toneladas. Hasta ahora se autorizaron ventas externas por 17.500 millones de toneladas.

Según explicó a Página/12 Martín Fraguío, director de Maizar, la buena cosecha respondió a los atractivos precios por la sequía en Estados Unidos. Los productores pudieron aprovecharlos, realizando ventas a futuro en octubre, noviembre y diciembre del año pasado a partir de la apertura del cupo de exportación que en forma temprana hizo el Gobierno, de 15 millones de toneladas a mediados de 2012 y cuatro millones más en marzo.

De ubicarse en 11 mil millones de dólares, el saldo comercial habrá bajado un 8,3 por ciento con respecto al de 2012, en un contexto de mayor actividad económica, dificultades para exportar manufacturas y una buena cosecha, controles a las importaciones y un enorme déficit de energía.

Moreno se refirió ayer también al trigo. Evaluó que los problemas de escasez de oferta para los molinos este año se explican porque los productores se habrían inclinado por la cebada, cuya rentabilidad finalmente resultó menor a la esperada. Eso generó que el precio del trigo creciera, alentado por el comportamiento especulativo de algunos actores del sector, y con ello la harina y los panificados. El funcionario espera que la nueva cosecha llegue a los 13 millones de toneladas, contra 9,5 millones de la anterior, de modo que el precio del pan, aseguró, bajará fuertemente.