Las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur informaron que durante la jornada de ayer se superó el record histórico de potencia, debido a la fuerte demanda concentrada en determinados horarios pico por la intensa ola de frío que se sintió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano. A nivel de todo el país, el Ministerio de Planificación Federal informó a última hora que “el sistema interconectado batió el record de potencia a las 19.50” al haber alcanzado un nivel de 22.533 megavatios, que supera en más de 360 megavatios la marca anterior, del mes de febrero último, en lo que respecta a valores máximos para días hábiles. La cartera que conduce Julio De Vido informó que “el sistema opera con normalidad y cuenta con una reserva adicional de al menos dos mil megavatios”, en lo que respecta a la generación nacional, y dispone de la interconexión eléctrica con Brasil que ofrece un suministro adicional disponible, hasta ahora no utilizado. Sin embargo, en algunos barrios de la Capital y en zonas del Gran Buenos Aires se reportaron cortes parciales y aislados, lo cual está directamente ligado a las dificultades en el segmento de distribución del servicio, un cuello de botella entre una oferta de generación abundante y un consumo record en el que también incide la reactivación económica.

Ayer, al informar sobre los altos niveles de consumo, la distribuidora Edenor solicitó a clientes y usuarios “un uso racional de la energía, que consiste en evitar el derroche de electricidad, sobre todo en el horario pico de 19 a 22”, recomendando el cierre de puertas y ventanas cuando se está usando calefacción eléctrica, y evitar el uso de planchas y lavarropas en horarios de mayor demanda.

“Acá hay un problema de eficiencia energética que no se resuelve en un día con una medida, sino que es un problema de educación, de información, de prácticas que debe incorporar el usuario, y de políticas públicas para promover el uso eficiente de artefactos y equipos”, advirtió Salvador Gil, titular de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad de San Martín, consultado por este diario. “No es que no se estén haciendo cosas, pero falta mucho por hacer, sobre todo en el aprendizaje del manejo de la calefacción de los hogares, la comprensión de que una correcta aislación térmica, por ejemplo colocando los burletes adecuados en las hendijas, reduce la necesidad de instalar equipos muy grandes de calefacción, provocando un ahorro de energía que es muy importante en el hogar, pero también para la sociedad en su conjunto”, indicó.

El problema, según planteó el experto, no está solamente en las prácticas del usuario. “En construcción de viviendas, hay normas de eficiencia que no se cumplen porque tampoco están reglamentadas. Las casas o departamentos totalmente vidriados pueden resultar muy lindos, pero uno se está comprando una hipoteca energética con ello, porque en verano concentra calor en una especie de efecto invernadero, y en invierno genera una pérdida excesiva de energía si no cuenta con doble vidrio. Eso después se compensa con una compra de un equipo más grande para calefaccionar, que paga el usuario con mayor consumo o el Estado con mayor subsidio, pero a costa de otros segmentos de la población que no tienen acceso al servicio”, completó Salvador Gil.

Por su parte, el consumo de gas residencial alcanzó los 92,5 millones de metros cúbicos diarios, según informó el Enargas, superando también su record histórico. Para las industrias que tienen servicio “interrumpible”, se cortó el suministro “de acuerdo con las previsiones de despacho” para atender prioritariamente el consumo de los hogares.