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La novedad puso nervioso a más de uno, pero encender un cigarrillo no era la solución. Nobleza Piccardo aumentó desde ayer 50 centavos el precio de todas sus marcas, lo que equivale a una suba promedio del 25 por ciento. La explicación de la empresa fue que sus insumos se encarecieron por la devaluación y que el ajuste que aplicaron el año pasado fue insuficiente para compensarlo. Massalin Particulares anunció anoche que acompaña a su competidor, por lo que desde hoy también sube sus precios. La decisión de estas empresas que concentran casi la totalidad del mercado tiene un impacto adicional, que Roberto Lavagna celebró: la recaudación impositiva crecerá hasta fin de año 200 millones de pesos, debido a que el impuesto a los cigarrillos es un porcentaje del precio de venta al público.
El gerente de relaciones corporativas de Nobleza Piccardo, Leo Scarone, justificó la decisión de la compañía en que “desde 2001 subimos los precios sólo un 6 por ciento, pese a que el 90 por ciento de nuestros insumos están dolarizados”. Su colega de Massalin Particulares, Eugenio Breard, coincidió en ese punto. Sostuvo que el precio del tabaco aumentó 180 por ciento desde la devaluación, mientras que el papel se incrementó entre 150 y 200 por ciento. Si bien el tabaco se produce en el país, su precio está fijado internacionalmente, como otros commodities, señalaron los ejecutivos.
Nobleza tiene el 30 por ciento del mercado local de cigarrillos con marcas como Camel, Parisiennes, Jockey y Derby. El año pasado su balance arrojó ganancias por un millón de pesos. Massalin, por su parte, comercializa las marcas Marlboro, Le Mans, L&M y Parliament, entre otras, y domina el 68 del mercado.
“La canasta familiar aumentó un 57 por ciento, la inflación un 47 por ciento y los cigarrillos subieron menos del 7; es decir que hay un retraso evidente en los precios”, agregó Breard. El empresario reconoció que además del impacto de la devaluación, la acción del Gobierno permitió una reducción “significativa” del contrabando de cigarrillos, ampliando su mercado.
Scarone insistió en que Nobleza intentó “prolongar lo más posible la decisión de reacomodar los precios, esperando el momento adecuado”. Pero ahora se hizo necesario “porque hacía dos años que estábamos absorbiendo costos y se estaba afectando la rentabilidad de la empresa”. El empresario indicó que la demanda de cigarrillos es “bastante elástica”, por lo que caería debido a la suba de precios. Sin embargo, especialistas en este mercado señalaron a Página/12 que la demanda se recompone rápidamente, aunque muchos se corren a marcas más baratas.