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La Comisión de Acción Política (CAP) del PJ tomó formalmente ayer el control de las riendas de ese partido. La que fue la primera reunión de ese cuerpo en ejercicio de esa función no sólo contó con la participación hasta ahora inédita de los menemistas sino que dio lugar a un incipiente debate en las filas del peronismo que promete cobrar relevancia con el correr de los días: si el justicialismo debe o no apoyar a candidatos que en las próximas elecciones no se presenten con el sello partidario, una alternativa que alienta nada más y nada menos que el presidente Néstor Kirchner. Fueron precisamente los representantes del menemismo los que pusieron el tema en discusión y manifestaron un claro rechazo a la jugada que propicia el santacruceño en varios distritos.
La reunión de la CAP se desarrolló en el Hotel Panamericano aunque, antes de que el encuentro comenzara, sus autoridades pasaron por la sede del PJ de Matheu 130 para hacerse formalmente cargo del partido. Quienes cumplimentaron ese trámite fueron el titular de la comisión, el jujeño Eduardo Fellner; el presidente de la Cámara de Diputados, el duhaldista Eduardo Camaño; y los menemistas Liliana Gurdulich de Correa y César Arias.
Ya a la hora de las deliberaciones políticas, los representantes del menemismo que se hicieron presentes fueron los gobernadores Rubén Marín (La Pampa) y Angel Maza (La Rioja). También estuvieron sus colegas Felipe Solá (Buenos Aires), Carlos Reutemann (Santa Fe) y Héctor Icazuriaga (Santa Cruz), y los vicegobernadores Daniel Gallo (Tierra del Fuego) y Eduardo Galantini (Corrientes).
Después de un rápido repaso acerca de la situación en que la CAP se hacía cargo de la conducción del partido, sobrevino –café, agua mineral y bizcochos mediante– la primera discusión entre los integrantes de la comisión. El debate no pasó a mayores y ni siquiera fue saldado, pero dejó en evidencia que no todos sus miembros piensan igual y que las diferencias se definen en función del sector partidario que representan.
La primera piedra la lanzaron los menemistas y más concretamente Marín, quien explicó que traía un pedido expreso del candidato peronista a gobernador de Misiones, Ramón Puerta, en cuanto a que el peronismo no puede ser ambiguo a la hora de apoyar a sus hombres. El de Misiones es un caso testigo y de hecho es el único factor declarado de disputa entre Kirchner y Eduardo Duhalde, porque allí el actual gobernador Carlos Rovira está decidido a pelear su reelección por fuera del PJ y cuenta con el respaldo del santacruceño.
No por nada la alternativa de avalar candidaturas de extrapartidarios encontró en Icazuriaga a su principal abanderado. El gobernador de Santa Cruz justificó su postura en la necesidad de “garantizar la gobernabilidad” y advirtió que “no se está en condiciones de ejercer fundamentalismos”.
La réplica del menemismo no tardó en llegar y corrió por cuenta de Maza. “Entonces ya somos cualquier cosa menos el peronismo”, lo chicaneó el riojano.
En busca de un punto de equilibrio entre ambas posiciones, Fellner -quien sintoniza mayormente con el duhaldismo y estuvo semanas atrás con Duhalde en Europa– explicó después de la reunión que la CAP es un órgano del PJ y que, por lo tanto, debe hacer claramente política partidaria, pero también se inclinó por darle absoluta libertad a Kirchner en la elección de sus colaboradores y la definición de sus estrategias electorales y políticas.
“La comisión tiene que apoyar a las fórmulas oficiales porque ejerce la conducción del peronismo. Kirchner tiene todo el derecho a moverse en función de su objetivo de asegurar la gobernabilidad; en cambio, la función de la CAP es partidaria y no le cabe otra que respaldar a los hombres del peronismo”, explicó a Página/12 un dirigente que está de acuerdo con la posición asumida por el duhaldismo. De todos modos, tratóde restar dramatismo a la situación y subrayó que “por ahora nadie está en falta porque nadie oficializó ninguna candidatura por fuera del PJ”. La discusión, sin embargo, recién empieza.