El ministro de Economía, Axel Kicillof, anticipó ayer dos medidas vinculadas con el financiamiento de la actividad productiva. La primera es la creación del Fondo para el Desarrollo Económico Argentino (Fondear), el cual se constituirá en un fideicomiso para “ampliar y flexibilizar la oferta de créditos para proyectos estratégicos, tecnológicos y economías regionales que será instrumentado a través del Banco Nación”. Contará con un financiamiento de 10 mil millones de pesos que provendrá de recursos corrientes del Tesoro. También adelantó la renovación de la línea productiva que regula el Banco Central y que obliga a los bancos a destinar el cinco por ciento de su cartera de depósitos hacia préstamos a la actividad privada. La mitad continuará teniendo como destino pequeñas y medianas empresas. Por esta línea se adjudicaron este año 52 mil millones de pesos y la intención oficial es duplicar esa cantidad en 2014.

La nueva edición será a una tasa de 17,5 por ciento, dos puntos y medio más que las anteriores, pero los bancos también podrán computar créditos hipotecarios a más de diez años. Además, habrá menores requisitos de capital (encajes) para aquellas entidades que presten a las pymes a plazos desde cinco años.

El anuncio se realizó antes de la última reunión del año del Diálogo Social que encabeza el Gobierno y en el que participan referentes del sector privado y sindicatos. Las dos medidas para ampliar el financiamiento están todavía en elaboración en el Banco Central y en el Banco Nación, próximas a aprobarse. Los presidentes de ambas entidades financieras, Juan Carlos Fábrega, y Juan Ignacio Forlón, participaron del acto junto a Kicillof y al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich (ver página 11). Más allá del financiamiento que impulse el Gobierno, el ministro de Economía pidió mayor compromiso del sector privado. “Lo que consideramos necesario e imprescindible es que exista reinversión de utilidades y asignación de recursos por parte de las empresas para incrementar la oferta de bienes y servicios”, señaló Kicillof.

En ese marco, anticipó la conformación de “un gran fideicomiso”, que involucrará unos 10.000 millones de pesos para el bienio 2014-2015, y estará destinado a financiar proyectos estratégicos. No dio mayores detalles de cuáles serían, pero indicó que esas iniciativas deben tener “un alto contenido tecnológico o estar orientadas a las economías regionales”.

Se refirió también a la nueva edición de la Línea Productiva que lanzó el Central a principios de 2012 y tuvo cuatro ediciones. El jueves de esta semana el directorio de la autoridad monetaria tratará y aprobará la quinta edición del programa, con algunas particularidades. La línea original contemplaba una tasa fija del 15 por ciento a un plazo mínimo de tres años, que se amplió a cinco por demanda de las empresas. Para el año próximo se prevé que se otorguen 100 mil millones de pesos en créditos totales, un incremento del 92 por ciento respecto de lo financiado durante este año, según cálculos de Fábrega. Esta iniciativa surgió a partir de la reforma de la Carta orgánica del BCRA, “tan criticada por la ortodoxia rancia”, dijo Kicillof.

Esta edición, que estará disponible desde el 2 de enero próximo, “apunta específicamente al crédito a las empresas de menor tamaño, las que más dificultades tienen para acceder a financiamiento”. Según pudo saber este diario, el cupo mínimo de préstamos provendrá del cinco por ciento del saldo de depósitos que se registró a fines de noviembre de 2013. El plazo mínimo se mantendrá en tres años, pero la tasa de interés fija pasará a 17,5 por ciento, respecto del 15,25 por ciento de la última actualización. Continuará la exigencia de que la mitad de los préstamos tengan como destinatarios a pequeñas y medianas empresas.

Los bancos podrán imputar hasta un 50 por ciento del cupo obligatorio del primer semestre a préstamos hipotecarios para la vivienda para individuos, a un plazo mínimo de 10 años. Estos créditos tendrán una tasa de interés de 17,5 por ciento el primer año y desde el segundo será igual a la Badlar –depósitos mayoristas de más de un millón de pesos– más 300 puntos básicos. Actualmente, la tasa Badlar se ubica en torno del 20 por ciento. También podrán computar préstamos a grandes empresas a una tasa de interés acordada entre las partes, pero que tengan como destino la ampliación de la capacidad productiva, de exportación, incremento del empleo formal, sustitución de importaciones, inversión en bienes de capital u obras de infraestructura.

Por último, tal como anticipó este diario, Fábrega dispondrá del uso de encajes diferenciados para estimular el crédito de largo plazo. El organismo permitirá una deducción adicional de la exigencia de efectivo mínimo (encaje) por las financiaciones otorgadas a las pequeñas y medianas empresas conforme a este nuevo cupo, cuando el plazo sea superior a los cinco años, por hasta un porcentaje a establecer en función de su efecto monetario.