Las economías de América latina y el Caribe crecerán este año en promedio alrededor del 3 por ciento, frente al 2,7 por ciento de mejora que registraron en 2013, según señaló ayer el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, en su informe de fin de año. Moreno aseguró que el año pasado se caracterizó por “un contexto externo poco favorable para el desempeño económico de la región”. “La gran volatilidad en los mercados financieros internacionales y la caída en los precios de los productos básicos afectaron el crecimiento de las economías de América latina y el Caribe”, aseguró el directivo. Para el transcurso de este año prevé que se mantendrán las condiciones externas desfavorables, lo que obligará a estimular el crecimiento de las economías de la región.

“Un entorno externo menos favorable, con una demanda externa débil en el mediano plazo y con riesgos latentes en los mercados financieros internacionales, plantea el desafío de acelerar la tasa de crecimiento de la región sin depender de las condiciones externas que nos favorecieron en la última década”, aseguró Moreno en el habitual mensaje de cierre de ejercicio de la entidad. “La prioridad, por lo tanto, es aumentar el producto potencial en el mediano plazo, a través de reformas que actúen sobre los cuellos de botella que restringen el crecimiento de la productividad, del ahorro interno y la inversión”, evaluó Moreno, quien se aleja de las recetas ortodoxas de ajuste que plantean en este tipo de situaciones organismos de crédito como el Fondo Monetario.

Moreno exhortó a los gobiernos de la región a mejorar la calidad de la educación e invertir más en infraestructura. Según señaló, junto con la mejora en sus carreteras, puertos y aeropuertos, los países latinoamericanos y caribeños deben modernizar la infraestructura y los servicios logísticos, que encarecen sus costos de transacción y les restan competitividad a sus industrias. Por ejemplo, en la Argentina, el 80 por ciento del transporte de carga se realiza por camiones, pese a ser uno de los servicios menos eficientes.