En 2013 la balanza comercial entre Argentina y Brasil arrojó un déficit de 3153 millones de dólares para el país. El rojo comercial bilateral responde, por un lado, al incremento de las importaciones argentinas asociado a la recuperación del crecimiento y, por otro, al estancamiento de las exportaciones de nuestro país como consecuencia de la recesión que atraviesa la economía brasileña. El año pasado, el volumen del comercio total entre ambos países alcanzó los 36.079 millones de dólares, un 4,7 por ciento más que 2012, como resultado de las mayores importaciones argentinas. En 2013, las exportaciones a Brasil arrojaron resultados muy similares a los registrados en 2012: las ventas externas alcanzaron los 16.463 millones de dólares, sólo 0,1 por ciento más que en aquel año. Como consecuencia de este comportamiento, Argentina figura como el tercer proveedor de Brasil, detrás de China y Estados Unidos. En tanto, el incremento de las importaciones de Brasil estuvo en el orden del 9 por ciento, al ascender hasta los 19.616 millones de dólares. El incremento obedece principalmente a las mayores adquisiciones de óxidos e hidróxidos de aluminio, aceites combustibles, automóviles, tractores, vehículos de carga, neumáticos, mineral de hierro y polímeros plásticos. Así, la Argentina fue el tercer comprador mundial de bienes de origen brasileño.