El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reiteró ayer que el Gobierno tiene en estudio una serie de medidas para combatir el mercado negro del dólar. “Las acciones que va a hacer el Gobierno no las vamos a divulgar anticipadamente, pero todo lo que sea de carácter ilegal vamos a combatirlo con la ley y pretendemos que la ley no sólo sea acompañada por acciones del Poder Ejecutivo sino también del Poder Judicial”, sostuvo. El funcionario cuestionó además a los medios de comunicación por difundir la cotización del dólar blue. “Determinados tipos de medios de comunicación que son adalides de la transparencia desde el punto de vista de funcionamiento de mercados no pueden estar entrampados en la publicación de un mercado de transacción ilegal”, remarcó.

En su conferencia de prensa del lunes pasado, Capitanich vinculó el dólar negro con dinero proveniente del lavado de activos y el narcotráfico y sostuvo que tomarían acciones para combatirlo. El planteo del jefe de Gabinete, sobre el que volvió ayer, es que los ciudadanos que tienen ingresos registrados supuestamente no tienen necesidad de recurrir al mercado ilegal, pues si van a viajar al exterior pueden gestionar dólares ante la AFIP o gastar con tarjeta de crédito. También está la opción de que la fuerte suba que registró la cotización de la divisa en ese mercado durante los últimos doce meses (64 por ciento), combinada con la imposibilidad de comprar dólares para atesoramiento en el mercado oficial, pueda terminar siendo un atractivo para ahorros en blanco que ven licuar su capacidad de compra con plazos fijos que pagan menos de 20 por ciento anual, pero el Gobierno descarta esa opción e insiste en que quienes demandan dólar blue es porque tienen dinero negro que no pueden justificar, en muchos casos provenientes del tráfico de drogas.

Capitanich también aseguró ayer que la volatilidad del blue responde a operaciones especulativas que buscan hacer fuertes ganancias. “Cuando existen este tipo de transacciones ilegales lo hacen con un objetivo determinado, que es generar un mecanismo de depreciación de la moneda para comprar bienes muebles e inmuebles a precios de remate. Eso es lo que pretenden. Afectar la riqueza de todos los argentinos”, remarcó.

El jefe de Gabinete no sólo cuestionó a quienes intervienen en el mercado negro y a quienes difunden la cotización sino también a los economistas que supuestamente especulan políticamente con sus pronósticos. “Todo el tiempo muchos economistas, los eternos fracasados en la Argentina, son contratados por empresarios para decir lo que los otros no quieren decir, o son empleados o voceros de estrategias de grupos dominantes. Nos conocemos todos y sabemos quién trabaja para quién. Algunos rozan lo ridículo e irresponsable en cuanto a sus pronósticos. Pretenden hacer política desde su supuesta posición de economistas, pero cuando van a elecciones no sacan un voto. Cuando tienen que lograr el consenso de los ciudadanos, no los vota nadie. Es muy fácil escudarse detrás de poderes económicos para hablar y decir cuestiones irresponsables y generar incertidumbre”, cuestionó Capitanich.

El funcionario buscó luego refutar esos pronósticos pesimistas que proyectan un futuro sombrío para el país con el argumento de que el Gobierno no tiene un plan económico. “Muchos dicen que Argentina no tiene un programa económico, pero las reglas básicas, que son la fiscal, la monetaria y la cambiaria, existen”, remarcó el jefe de Gabinete. Luego citó algunas cifras para dejar en claro que la situación actual está lejos de ser crítica. “El sistema financiero argentino tiene 81 entidades financieras, 1,8 por ciento de porcentaje de incobrabilidad, el más bajo de la serie estadística de tiempo más larga de la que se tenga memoria. El nivel de préstamos creció del 8 al 17 por ciento. Eso implica que muchas más pequeñas y medianas empresas accedieron al financiamiento”, declaró. Capitanich hizo referencia también al crecimiento de los créditos hipotecarios de la mano del programa Pro.Cre.Ar, que no sólo le otorga a mucha gente la posibilidad de acceder a su primera vivienda sino también empleo a los trabajadores de la construcción.

En otro pasaje de su discurso, el funcionario aseguró que en los últimos diez años muchos argentinos han podido acceder al empleo, mejorar su salario, diversificar su ahorro y mejorar sus condiciones de vida. Fue entonces cuando remarcó que esto fue posible en parte por las acciones que ha venido llevando adelante el Gobierno. “Existe una estrategia desde el punto de vista económico con objetivos muy claros: sostener y aumentar el empleo, incentivar la producción nacional y defender las industrias con administración del comercio”. Por último, aseguró que la decisión de limitar las compras por Internet en el exterior es parte de esa estrategia. “Nosotros buscamos garantizar que existan operaciones transparentes, fiscalmente sustentables, pero a su vez lo que les tenemos que preguntar a los argentinos es si quieren que haya industria argentina. Si nosotros queremos defender la industria nacional y el empleo argentino, tenemos que ser capaces de defender lo nuestro. Lo que nosotros hacemos es defender la plata de los argentinos, el interés nacional”, concluyó.