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Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones no quieren los bonos en default que Roberto Lavagna les entregó por no haber aceptado la pesificación de los préstamos garantizados. Las AFJP quieren esos últimos documentos, pero en dólares, tal como fueron inicialmente emitidos en canje por los títulos que luego el Estado dejó de pagar. Con esa idea trabajan en la estrategia para reclamar lo que ellas consideran su derecho ante el Poder Judicial. Cuando Domingo Cavallo entrevió la inminencia del default intentó primero el ruinoso megacanje y luego, ante el evidente fracaso financiero de la operación y la aún más evidente imposibilidad del Estado de hacer frente a sus cuantiosas obligaciones, el reemplazo a los tenedores locales de estos bonos por los préstamos garantizados.
Las AFJP pusieron el grito en el cielo, pues dichos préstamos devengaban un interés menor. Sin embargo, no fueron pocos quienes entrevieron que en realidad las Administradoras habían recibido una buena noticia. Los préstamos garantizados, aunque se pesificaron con CER, nunca entraron en default y además, merced a la brillante intervención que en su momento tuvo el “asesor jurídico” de Cavallo, Horacio Tomás Liendo, los préstamos tenían como aval nada menos que la recaudación tributaria. Un aval que Liendo quería extender al conjunto de la deuda externa. El argumento: bajar el riesgo país.
A pesar de haber escapado al default las AFJP nunca dejaron de reclamar contra la pesificación de los prestamos, pero el decreto 530 que la semana pasada firmó el presidente Néstor Kirchner les quitó esta preocupación. Ahora volverán a recibir los bonos originales, los que deberán sumarse a la renegociación de la deuda en default. Para las Administradoras, que quedaron entrampadas en los préstamos al sector público (uno de los mayores contrasentidos de la privatización parcial del sistema previsional, ya que el Estado se vio obligado a tomar a tasas altísimas lo que antes simplemente recaudaba), se trató de una pésima noticia y el poder de lobby que todavía conservan se puso rápidamente en marcha.
En el Congreso cuentan que el presidente de la Comisión de Previsión, Ovidio Zúñiga, impulsa un paliativo parcial, que a los bonos que posean las AFJP se les dé un tratamiento “diferencial y prioritario” al momento de los pagos. El argumento en este caso son los siempre perjudicados futuros jubilados del sistema privado, quienes no sólo vieron filtrados sus aportes por las onerosas comisiones de las administradoras, sino también sus ahorros por el default del Estado y la segura quita que recibirán si son parte de una renegociación global de la deuda.
En este escenario, los ejecutivos de las diferentes AFJP se esfuerzan por delinear una estrategia para conseguir del Poder Judicial una medida de “no innovar”.