El índice de precios al consumidor a nivel nacional se incrementó 1,4 por ciento en julio respecto del mes anterior, mientras que acumuló en lo que va del año un alza del 16,7 por ciento. Así lo informó ayer el Indec. La variación de precios minoristas de julio fue la mitad respecto de la del primer bimestre del año, cuando el índice se incrementó 3,5 por ciento debido a la presión inflacionaria de la devaluación, de la caída de las reservas internacionales y de estrategias de especulación de comerciantes del mercado interno. El mes pasado los rubros esparcimiento, transportes y comunicaciones anotaron las mayores alzas de precios, mientras que indumentaria, alimentos y servicios para la vivienda computaron las menores remarcaciones.

Los precios al consumidor avanzaron 1,4 por ciento el mes pasado, cuando lo habían hecho al 1,3 por ciento en junio, al 1,4 por ciento en mayo, al 1,8 en abril, al 2,6 en marzo, al 3,4 en febrero y al 3,7 en enero. La tendencia de la desaceleración adquiere relevancia si se tiene en cuenta el comportamiento de los distintos rubros del IPC-Nu. El mes pasado alimentos subió 0,9 por ciento, contra el alza del 3,3 por ciento de enero; vivienda y servicios básicos avanzó 0,6 por ciento, contra 2,2 por ciento; equipamiento y mantenimiento para el hogar, 1,4, contra 4,3; atención médica y gastos para la salud, 0,8, contra 5,9; transporte y comunicaciones, 2,6, contra 5,4; indumentaria, 0,8, contra 0,8; esparcimiento, 3,1, contra 4,8; educación, 1,5, contra 1,6, y otros bienes y servicios, 1,1, contra 3,5.

En el desagregado, el informe del Indec precisó que los mayores incrementos del mes pasado ocurrieron en transporte público de pasajeros, con una variación del 5 por ciento por el aumento de los pasajes de colectivo en el área metropolitana, al tiempo que alojamiento y excursiones avanzó 20,1 por ciento debido al mayor flujo de turistas por vacaciones de invierno. A su vez, otros productos que anotaron aumentos relevantes fueron diarios, revistas y libros, con un alza del 3,1 por ciento; confección y reparación de indumentaria, con 3,1 por ciento; mantenimiento de vehículos, con 3,0 por ciento, y servicio de correo, con 3,4 por ciento.

A diferencia de este desempeño, los productos que registraron las menores remarcaciones fueron las frutas, con un incremento del 0,3 por ciento; las verduras, con 0,1 por ciento; el calzado para vestir, con 0,4, y la adquisición de vehículos, con 0,4. Por su parte, los artículos que computaron una caída de precios respecto de junio fueron las carnes rojas (no vacunas), con una merma del 0,1 por ciento; el transporte de turistas (larga distancia), con una rebaja del 8,4 por ciento, y los productos medicinales, con una disminución del 2,3 por ciento.

Las estrategias del Gobierno para moderar el incremento desmedido de las remarcaciones de los comerciantes de principio de año avanzaron en distintas direcciones. La primera fue potenciar el programa de Precios Cuidados, con el objetivo de que los consumidores tengan precios de referencia en productos básicos. Esta iniciativa se completó a través de acuerdos entre la Secretaría de Comercio y la industria para establecer valores razonables para la canasta escolar y materiales para la construcción, al tiempo que se alcanzaron con el complejo petrolero y farmacéutico acuerdos respecto de los listados de precios y los ajustes asociados con el alza de costos real. Otra estrategia para frenar el incremento de precios fue apostar a la descentralización de la comercialización, con el objetivo de disminuir el poder de mercado de los grupos concentrados.

En Economía explicaron además que la moderación en la caída de las reservas del Central, la estabilidad del tipo de cambio y la menor expectativa de devaluación permitieron frenar las presiones inflacionarias de los primeros tres meses de este año.