Viernes, 22 de agosto de 2014 | Hoy
ECONOMíA › EL GOBIERNO ESTUDIA RESTRINGIR LAS EXPORTACIONES PARA FRENAR LOS AUMENTOS
En respuesta a las últimas subas para el mercado interno, el Ministerio de Agricultura advirtió que podría suspender por quince días los permisos de exportación. El jefe de Gabinete señaló que hay maniobras especulativas. Unánime rechazo empresario.
El precio de la carne en las góndolas registró en lo que va del año un aumento del 54 por ciento, una suba muy superior a cualquier dato de inflación. Así lo informó ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Esto se debe a tres factores. Por un lado, por los problemas ocasionados por la abundancia hídrica en zonas ganaderas que han producido faltantes momentáneos. En las últimas semanas se agregaron dos factores vinculados con las especulaciones dentro de la cadena de comercialización producto de un incremento de la cuota de exportación 481, es decir carne de feedlot hacia Europa y las posibles exportaciones a Rusia. Frente a ambas situaciones, los empresarios aumentaron el precio de la carne en el mostrador, a pesar de que el 94 por ciento de la faena se destina al mercado interno. El gobierno nacional, tal cual lo ratificó ayer el jefe de Gabinete, afirmó en una reunión con la mesa de la carne que podría recurrir a suspender por 15 días la emisión de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE).
“La evolución del precio del ganado en pie ha mejorado sustancialmente para el productor en estos últimos cinco años”, sostuvo Capitanich durante su conferencia de prensa matinal. “La suba (de precios) no está asociada a los permisos de exportación, por ende, hay una estrategia de azuzar por parte de muchos economistas, de entidades financieras, con el interés de producir la retención de hacienda”, agregó el ministro coordinador.
En los últimos años, el sector ganadero comenzó un proceso de transformación luego de que se perdieran 10 millones de cabezas de ganado, que con el paso del tiempo se fueron recuperando. El consumo interno se hizo más rentable que la exportación. Ese es uno de los análisis que realizan desde el Ministerio de Agricultura. Es decir, el consumo interno le fue ganando terreno a la exportación, al mismo tiempo en que fueron convalidándose los precios pagados en el mostrador.
“Pensar otra vez que cerrar las exportaciones podría bajar los precios internos es una enorme equivocación. Si quieren lograr ese objetivo, tienen que alentar la actividad, porque estamos frente a una crisis de perspectiva y estas decisiones no hacen más que empeorarla”, señaló Ariel Toselli, vicepresidente 2º de la Federación Agraria.
“Hace veinte días empezó a subir la carne de a un peso. Hoy ya lleva 6 pesos en algunos casos, y en otros 7 pesos. Eso hay que trasladarlo al público, ése es el problema. Cuando sube la media res, suben todos los cortes. Casi el 94 por ciento de la faena va al consumo. Las carnicerías venían trabajando parejo e incluso se había recuperado. Estaban trabajando bien”, sostuvo Alberto Williams, representante de las carnicerías de la ciudad de Buenos Aires.
Así como los propios empresarios cárnicos se han volcado al mercado interno, también fue el mismo sector privado quien decidió no exportar. Esto que parece un argumento de sentido común, cobra relevancia cuando “el Estado les consultó a los empresarios si tenían disponibilidad para exportar carne a Rusia, y ante su negativa, se decidió no enviar esos productos al viaje que están realizando el ministro de Agricultura y la ministra de Industria”, explicaron a este diario desde la comitiva gubernamental. En contraposición sí se enviaron para negociar 200.000 toneladas de pollo.
Por eso el jefe de Gabinete habría mencionado el componente especulativo en la suba de precios de la carne en góndola. Es decir, el sector de la comercialización habría aumentado el precio por el supuesto incremento de exportaciones hacia Rusia cuando los frigoríficos privados tomaron la decisión de no exportar hacia ese destino.
“Impedir que se comercialice el seis por ciento de lo que producimos en el exterior no puede tener efecto sobre el 94 por ciento. Esto demuestra inoperancia y desconocimiento”, afirmó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra), quien agregó: “El cierre de las exportaciones decretado por el Gobierno para cortes vacunos es como un golpe de gracia a la ganadería argentina”.
En su conferencia de prensa, Capitanich reconoció la existencia de 138 frigoríficos “con dificultades de funcionamiento, y para ellos se está aplicando el Programa de Reactivación Productiva (Repro), que establece un mecanismo de atención especial”. El cambio de tendencia en el sector, que comenzó a ver más rentable el mercado interno que la exportación, también produjo “una reconversión del negocio de los frigoríficos”. Esto explicaría, en parte, el cierre de algunos establecimientos enfocados netamente a la exportación.
El sector cárnico reviste de una complejidad que muchas veces es obviada por los análisis de las entidades agropecuarias. El jefe de Gabinete también indicó ayer que el precio de la carne está vinculado al incremento de la frontera agrícola, que le habría “ganado” 11 millones de hectáreas a la ganadería.
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