El resultado comercial en julio arrojó un superávit de 803 millones de dólares, un aumento del 113,5 por ciento respecto del mismo mes de 2013, mientras que computó en lo que va del año un excendente de 4487 millones, lo que representa una caída interanual del 18,7 por ciento. Así lo informó ayer el Indec. El mes pasado, la baja de las importaciones ascendió al 16 por ciento, por menores compras de autos y de componentes para bienes de capital. A su vez, las exportaciones anotaron una contracción del 9 por ciento, debido a la desaceleración de las ventas del complejo agropecuario y de las terminales automotrices. La fuerte desaceleración de la economía brasileña fue el elemento central para explicar la floja performance de los despachos de vehículos. El complejo cerealero liquidó 200 millones de dólares menos respecto de julio del año pasado.

Las importaciones ascendieron a 5920 millones de dólares el mes pasado, cuando habían sido de 7022 millones de dólares en 2013, mientras que acumularon 39.014 millones de dólares en el año, contra 42.797 millones del mismo lapso de 2013, una caída del 9 por ciento. La desaceleración de la actividad económica durante 2014 fue un factor central para explicar la merma de las compras al resto del mundo. El crecimiento de la demanda agregada pasó del 3 por ciento en 2013 a una variación cercana a cero este año, lo cual generó una menor necesidad de adquirir bienes en el exterior. El detalle del Indec precisó que en julio las importaciones de bienes intermedios ascendieron a 1592 millones de dólares, con un retroceso del 10 por ciento; las de combustibles y lubricantes totalizaron 1270 millones, con una merma del 6 por ciento; las de piezas y accesorios para bienes de capital, 1071 millones, con una contracción del 26 por ciento; las de bienes de consumo, 559 millones, con una caída del 17 por ciento, y las de vehículos automotores de pasajeros, 252 millones, con una disminución del 62 por ciento. A diferencia de este desempeño, las importaciones de bienes de capital ascendieron a 1156 millones de dólares, con un alza del 6 por ciento y los despachos no clasificados a 20 millones de dólares, con un incremento del 18 por ciento.

En lo que se refiere a las exportaciones, anotaron en julio 6723 millones de dólares, cuando habían sido de 7396 millones de dólares en 2013, al tiempo que acumularon en lo que va del año 43.501 millones de dólares, para retroceder 10 por ciento interanual, contra los 48.320 millones del mismo período del año pasado. Uno de los elementos relevantes para explicar la desaceleración de los despachos al resto del mundo fue la pobre performance de la economía brasileña. Las proyecciones de crecimiento para Brasil bajaron del 2,5 por ciento a menos del uno por ciento para todo 2014. El menor movimiento económico de nuestro principal socio comercial provocó una fuerte caída de las exportaciones a ese mercado, lo cual se concentró en el complejo automotriz.

En el desagregado del informe del Indec se precisó que las exportaciones de productos primarios ascendieron el mes pasado a 1955 millones de dólares, cuando habían sido de 1974 millones en 2013. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que el complejo productor de cereales realizó ventas por 767 millones de dólares, cuando lo había hecho por 1079 millones el año pasado. Empresarios agroexportadores de la pampa húmeda fueron responsables centrales de la caída de reservas internacionales del Banco Central desde 2013, cuando empezaron a retacear ventas al exterior para especular con el precio del dólar.

A su vez, las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario anotaron en julio 2554 millones, con una caída del 5 por ciento respecto del mismo mes del año pasado; las manufacturas de origen industrial sumaron 1991 millones de dólares, al retroceder 15 por ciento, y las de combustibles y energía registraron 222 millones, para contraerse 44 por ciento, producto de que el petróleo crudo empezó a utilizarse principalmente para cubrir las necesidades del mercado interno.