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“En los próximos dos años se duplicarán las exportaciones a Rusia. Se abrió una ventana de oportunidad para la colocación de frutas, jugos, carne aviar, pescados y otros productos. Esperamos pasar de 900 a 1800 millones de dólares anuales de exportaciones a ese destino”, afirmó ayer el titular de la Fundación ExportAr, Leonardo Boto. Las reuniones bilaterales en Moscú encabezadas por la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Relaciones Economómicas Internacionales de Cancillería, Carlos Bianco, concluyeron ayer con el compromiso de las autoridades rusas de agilizar los procesos de habilitaciones y certificaciones necesarias para el ingreso de productos argentinos.

Antes de finalizar el viaje, la ministra Giorgi se reunió con el CEO de Gazprom, Alexander Medvedev, la mayor extractora de gas natural en el mundo y la empresa más grande de Rusia. YPF y Gazprom están terminando de definir un acuerdo para la explotación de shale gas. La ministra también se reunió con el viceministro de Industria ruso, Andrey Dubov. “Queremos que se fabriquen equipos rusos en Argentina”, expresó la funcionaria, quien destacó la necesidad de generar joint ventures de cooperación en diferentes sectores industriales. Por su parte, la fabricante de camiones Kamaz expresó a Giorgi su interés para invertir en el país en el corto plazo.

La misión comercial compuesta por 113 firmas argentinas buscó aprovechar las oportunidades de negocios abiertas con la decisión reciente del presidente Vladimir Putin de “prohibir o limitar” las importaciones de productos agrícolas, materias primas y alimentos de países que impusieron sanciones económicas a Rusia por el conflicto en Ucrania. Las autoridades rusas lanzaron una convocatoria a todos los países latinoamericanos para reemplazar a esos proveedores, que rápidamente fue respondida por diferentes gobiernos. La visita a Rusia en el marco del Programa de Aumento y Diversificación de las Exportaciones contó con la presencia de firmas de los sectores de alimentos y bebidas, maquinaria agrícola, genética bovina, tecnología de GNC y la industria farmacéutica.

Las importaciones totales de carne, productos agrícolas y alimentos de la Federación Rusa alcanzaron en 2013 los 26.000 millones de dólares. Aproximadamente el 35 por ciento de esas compras provienen de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Australia, proveedores que Putin pretende reemplazar. Las exportaciones argentinas a ese destino crecieron desde los 199 millones en 2003 hasta superar los 900 millones el año pasado, de los cuales 630 millones fueron alimentos y materias primas. El objetivo es duplicar las ventas en los próximos dos años.

El Ministerio de Relaciones Exterior informó a través de un comunicado que el Servicio de Control Sanitario ruso se comprometió a analizar el listado de más de cien establecimientos productivos presentados por Argentina y lo comunicará a los demás miembros de la Unión Aduanera Euroasiática para su aprobación en el corto plazo. Para agilizar el proceso de inspección de los establecimientos, tal como prevén las normas en Rusia, ese país enviará técnicos adicionales a la Argentina para reforzar los profesionales que tiene asignados con carácter permanente a los fines de la certificación.