Al cierre de esta edición, la Cámara de Diputados continuaba debatiendo la nueva Ley de Hidrocarburos, que el kirchnerismo esperaba sancionar ya en horas de la madrugada. La iniciativa fue apoyada por los legisladores del bloque del Frente para la Victoria (FpV) y sus aliados tradicionales, salvo por los integrantes del Movimiento Popular Neuquino (MPN). La oposición rechazó de lleno la propuesta. A partir de esta norma, cuya redacción inicial estuvo a cargo de YPF y que contó, luego de una serie de modificaciones, con el acuerdo de las provincias petroleras, se adaptará la legislación a las nuevas formas de exploración y explotación unificando criterios entre los diferentes distritos. Le permitiría a la petrolera de mayoría estatal mejorar las condiciones para atraer inversiones de eventuales empresas asociadas. Las críticas apuntaron a los beneficios en materia de prórroga de concesiones y la falta de abordaje de la cuestión ambiental.

El primer borrador de la nueva ley fue presentado el pasado 9 de junio por el Gobierno, con la idea de actualizar la ley 17.319, de 1967, y su modificatoria de 2006, la 26.197, la llamada “ley corta”. Luego de meses de negociaciones, se arribó a un acuerdo con las provincias. El proyecto tratado ayer establece distintos plazos de concesión de acuerdo con las características de cada explotación, según se trate de yacimientos convencionales, no convencionales o costa afuera (off shore) y fija tope a las regalías con que las provincias participan de los resultados económicos de las explotaciones. El objetivo del Gobierno es impulsar inversiones para que de la mano de YPF se recupere la producción en el sector. Según diversas fuentes, se necesitarían al menos 20 mil millones de dólares de inversión para aspirar al autoabastecimiento de gas y petróleo antes de 2020.

La sesión comenzó con 133 diputados que le permitieron al Gobierno obtener el quórum, con el apoyo del Frente Cívico de Santiago del Estero, Nuevo Encuentro; PJ La Pampa, Compromiso Federal y el Frente Solidario Popular Fueguino. La oposición decidió bajar luego al recinto. De cara a la votación, en el oficialismo esperaban contar con 130 o 131 votos de los 134 con los que dispone usualmente entre tropa propia y aliados. La diputada María Inés Villar (MPN), que responde al senador Guillermo Pereyra, ya había anticipado su rechazo, mientras que Alicia Comelli, del mismo bloque, adelantó a la tarde que se abstendría. “Hay problemas con los derechos de las provincias y los activos de las empresas provinciales, con el otorgamiento y prórrogas de concesiones”, justificó Comelli. A la vez, había dudas sobre la postura de Andrés San Martín, también del MPN.

“La soberanía energética será una realidad con la aprobación de este proyecto, que logra sinergia entre la Nación, las provincias y nuestra empresa de bandera YPF, generando igualdad y mayor equilibrio en cada una de las regiones. Beneficiará a todos los argentinos que podrán obtener combustibles a precios lógicos, teniendo en cuenta además que el consumo energético aumentó considerablemente con el correr de los años a partir de la industrialización”, planteó la titular del bloque del FpV, Juliana Di Tullio.

La oposición criticó en general con dureza a la iniciativa. “Es irresponsable la extensión automática de las concesiones y hay violación de las potestades de las provincias. El próximo gobierno tiene que derogarla”, dijo Alberto Roberti, del Frente Renovador. Graciela Camaño, representante del mismo bloque, criticó que “seguimos trabajando sobre los antiguos paradigmas y no tenemos legisladas las previsiones ambientales en el orden de los no convencionales”. “Esta ley premia a los mismos actores que depredaron al sector. Cuando cambie la composición de este cuerpo debe revisarse esta ley”, dijo Claudio Lozano (Unidad Popular).

Los legisladores del PRO también se opusieron. “Votamos en contra porque esta ley otorga concesiones extraordinarias a las multinacionales petroleras, todo para conseguir uno o dos mil millones de dólares para las reservas el año que viene”, criticó Federico Pinedo.

Por parte de los aliados del FpV, Carlos Heller (Nuevo Encuentro) indicó que “esta ley representa la continuidad con respecto a la ley corta, a la conformación de la Ofephi –que integran las provincias con recursos hidrocarburíferos– y a la recuperación de YPF para la Nación. Se trata de un marco legal que permite encontrar aquellas inversiones para alcanzar la soberanía hidrocarburífera”. En tanto, Oscar Martínez (Movimiento Solidario Popular) indicó que “este proyecto es parte de un conjunto de iniciativas que apuntan a lograr la soberanía hidrocarburífera. No resuelve todas las dificultades, pero es allí donde tendrán que estar los controles de las autoridades de aplicación tanto nacionales como provinciales”.

Los partidos que integran el FA-Unen también manifestaron su rechazo. Julio Cobos dijo que “este proyecto no recuperará el autoabastecimiento, como el blanqueo no mejoró las reservas ni la Ley de Abastecimiento no redujo la inflación”, mientras que Martín Lousteau planteó que “es un enorme regalo al sector petrolero ya instalado en la Argentina. Todas estas concesiones aparecen como manera de contrarrestar un pésimo marco financiero, que obliga a las empresas a endeudarse muy caro”.

En tanto, el presidente de la Cámara, quien por ocupar ese cargo no participó de la votación, Julián Domínguez (FpV), manifestó fuera del recinto que “con esta ley se busca la soberanía energética frente al Parque Jurásico que siempre pretende volver al pasado. Esto tiene su origen en la nacionalización de YPF y marca un nuevo destino de la Patria hacia el autoabastecimiento hidrocarburífero”.