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El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, aseguró ayer que el Gobierno mantendrá una política de flotación administrada del tipo de cambio. “Dado el ataque especulativo que se dio a partir de la agresión de los buitres, era necesario anclar las expectativas, dar certidumbre de que no iba a haber una devaluación a la cual fuera llevado el país, pero dar certidumbre y confianza de que no va a haber una devaluación no quiere decir que el tipo de cambio se va a mantener fijo sino que será administrado en función de distintas variables para mantener la competitividad de la economía”, aseguró el funcionario.

De este modo, Vanoli dejó en claro que el Banco Central va a dejar flotar el dólar cuando lo considere necesario. “Esto supone ver un conjunto de variables globales. Por ejemplo, ver qué es lo que pasa con los precios de los productos que exporta la Argentina, los términos de intercambio, ver qué pasa con las monedas de los distintos socios comerciales. En función de cómo progrese la economía mundial, la Argentina irá administrando el tipo de cambio”, aseguró.

A partir de esta descripción, el funcionario aseguró que le es imposible anticipar cómo evolucionará el precio de la divisa estadounidense, aunque dejó en claro que la estabilidad cambiaria es una prioridad. “Es muy difícil anticipar la variación del tipo de cambio, pero debería ser un nivel que de alguna manera pueda conciliar estas dos variables: mantener la competitividad de nuestros productos y garantizar que no haya inestabilidad financiera”, agregó.

El presidente del Banco Central también analizó la tensión adicional que genera el conflicto con los fondos buitre. “Toda esta situación que se plantea con el juez (Thomas) Griesa es una restricción importante en estos meses para la Argentina con el temor de que se active la cláusula Rufo, pero lo que da fortaleza es el hecho de que todos estos intentos de corridas no prosperan porque, a pesar de todos estos problemas, la economía argentina tiene fundamentos muy buenos”, declaró. “No muchos países tienen un superávit comercial, que se ha reducido pero lo tiene, una situación fiscal manejable, es decir no había una situación objetiva que alimente esta suerte de pánico que se había instalado a partir de todo el clima del problema de la deuda”, agregó.

Vanoli también se refirió a la reducción del monto de operaciones en la Bolsa y lo vinculó con la salida del mercado de jugadores que buscaban “eludir normas”. “Un mercado que había crecido sobre la base de intentar hacer algún tipo de elusión de las normas, cuando se verifica que hay más controles se reduce”, explicó.