ECONOMíA › POLEMICA POR OTRO APAGON DE EDESUR. NUEVO CRUCE CON EL GOBIERNO
Alta tensión y sensación térmica
Salieron de servicio dos líneas de alta tensión. En el Gobierno piensan que el apagón fue para presionar por tarifas.
Por David Cufré
A las 13.54, con cerca de 30 grados de sensación térmica, el servicio de energía eléctrica se interrumpió en gran parte de la Capital Federal. El corte duró entre 8 y 14 minutos, según los barrios, y estuvo motivado por la salida de servicio de dos líneas de alta tensión de Edesur que vinculan las subestaciones Bosques y Costanera. La explicación de la empresa tardó siete horas en aparecer: “El evento se inició por un incendio intencional provocado por terceros debajo de las líneas, en un sector ribereño del partido de Avellaneda, detrás del Polo Petroquímico”, puntualizó. Y agregó un dato que luego agigantó la polémica: “El incendio fue sofocado por personal de Bomberos de la Prefectura Naval Argentina”. El Gobierno dejó trascender que no creía nada de lo expuesto y mucho menos luego de que el oficial Pedro Dobal del destacamento Dock Sud de la Prefectura desmintió que los hechos hubieran ocurrido como los describió la compañía.
“Hubo una fuerte descarga a tierra de los cables de alta tensión que pasan por la zona del Polo Petroquímico de Dock Sud, lo que causó una explosión e hizo que un árbol entrara en combustión, pero no hubo un incendio intencional”, remarcó el bombero Dobal. “No hubo incendio y tampoco fue intencional –insistió–, ya que por la zona no pasa nadie y efectuamos un rastrillaje y no encontramos a ninguna persona.” Su versión fue que efectivos de la fuerza de seguridad concurrieron al lugar porque escucharon “una fuerte explosión” y comprobaron que había sido “una descarga a tierra de los cables de alta tensión, que por esa zona transportan 220 mil voltios. Tras comprobar que no había pasado nada, avisamos a Edesur y luego ellos intervinieron en el lugar”, recalcó.
Más allá de las razones que pudieran haber provocado el desperfecto, el hecho tensó más la relación entre el Gobierno y las empresas, y dio lugar a un nuevo cruce donde cada parte repitió sus argumentos. La versión que salió de Casa Rosada fue que el corte fue intencional.
“Es muy sintomático” que el apagón haya sido “casi simultáneo” con el alerta lanzado anteayer por las tres cámaras de compañías eléctricas sobre un eventual colapso del servicio, dijo oficialmente el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El Gobierno está convencido de que se trató de un nuevo gesto de presión para conseguir un aumento de tarifas, señalaron a Página/12 distintas fuentes oficiales. “A nosotros no nos presiona nadie”, advirtió Fernández. “Si alguien piensa que de este modo vamos a cambiar de opinión está un poco equivocado”, completó.
Si el jefe de ministros no acusó directamente a las empresas de un sabotaje fue porque recién hoy estaría listo el informe de la Secretaría de Energía que explicará las razones del apagón. La primera reacción del Gobierno, minutos después del incidente, fue la solicitud de ese documento por parte del ministro Julio De Vido.
Otra rápida aclaración provino del Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE). “Los electrodomésticos que pudieran haberse quemado por los cortes de energía o por los picos de tensión deben ser pagados por las empresas concesionarias”, recordó el organismo. Los usuarios deben ir a reclamar a las empresas y éstas asumir el costo del arreglo o restituir el aparato, según los daños. El mensaje del ENRE dejó en claro de quién es la responsabilidad, lo que al Gobierno le vino muy bien en medio de la pulseada.
El apagón afectó los sistemas informáticos de empresas y bancos, muchos de los cuales optaron por cerrar sus puertas, y dejó a oscuras edificios públicos como la Casa Rosada, el Congreso, la Jefatura de Gobierno porteño y la sede central del PAMI. Además, provocó serios trastornos en el tránsito, como consecuencia de la salida de servicio de líneas completas de semáforos, algunas distribuidas a lo largo de avenidas neurálgicas, como Jujuy, Rivadavia, de Mayo, 9 de Julio y Paseo Colón.
Edesur precisó que los clientes afectados fueron 330.000 en las zonas del micro y macrocentro y en algunos sectores de los barrios de Caballito, Floresta, Almagro y Villa del Parque. También sufrieron las consecuencias clientes de Edenor de Palermo, Barrio Norte y la zona del puerto. Pero esta empresa aclaró que se vio arrastrada por el inconveniente de la otra distribuidora, transfiriendo a ella toda la responsabilidad.
Daniel Martini, director de Edesur, rechazó en diálogo con este diario la versión del bombero Dobal e insistió en que hubo un incendio intencional. Por otra parte, se quejó del nivel que alcanzó la controversia con el Gobierno y dijo que si este desperfecto “que es normal en la operación eléctrica, y que le ha ocurrido días atrás a otros países, se hubiera provocado hace tres años no habría tenido el impacto actual”. También enfatizó que “las sospechas que vinculan el corte con una acción deliberada de la empresa son completamente infundadas”.