La Sociedad Rural, CRA y Coninagro realizaron ayer una jornada de protesta en más de 50 localidades del país, con presencia en las rutas. La conducción de la Federación Agraria se mantuvo al margen de la convocatoria, aunque hubo presencias de esa entidad como “autoconvocados”. El epicentro fue Gualeguaychú, donde se encontraron Rubén Ferrero, presidente de CRA, Egidio Mailland (Coninagro) y Luis Miguel Etchevehere (SRA). La agenda opositora de esa provincia en materia agropecuaria está dominada por el PRO, con el lobby de Alfredo De Angeli y Etchevehere. El dirigente de la filial de FAA Gualeguay, Federico Burn, se opuso a participar de la protesta por considerar que los reclamos de la ex Mesa de Enlace no benefician a los pequeños productores.

La consigna que eligieron los ruralistas fue “No maten al campo”. El ex titular de la FAA, Eduardo Buzzi, había sido más creativo, al solicitar declarar este día como el “día del gobierno no positivo”, en homenaje al voto de Julio Cobos que dio de baja el debate por las retenciones móviles. “Habría que preguntarle a (Omar) Principe por qué no está en esta protesta. Las medidas del Gobierno son parches que no solucionan los problemas de fondo que tiene el sector. Esta es una manera de expresar nuestro repudio a las políticas del Gobierno en todo el país. El campo está sufriendo un período de éxodo que afecta a las familias de miles de pueblos y ciudades”, sostuvo Ferrero.

El menú de reclamos incluyó los mismos lineamientos que los esbozados por el Foro de Convergencia Empresarial: reducir la altísima presión impositiva, la inflación, terminar con la política de precios sugeridos, la intervención de los mercados, los ROE y las retenciones. “Todas estas cuestiones fueron agravadas por la política de aislamiento comercial con el resto del mundo, la falta de financiamiento y la ausencia de previsibilidad en el interior del país”, indicaron las tres entidades convocantes a través de un comunicado.

Uno de los problemas esbozados por los ruralistas sería el fuerte endeudamiento de los productores, acompañado de una situación de quebranto. Sin embargo, según datos del Banco Central, actualmente el 97,3 por ciento de los préstamos con el sistema financiero presentan una situación de regularidad. Para contrastar esta información solo basta compararla con la situación de 2003, cuando casi el 60 por ciento de los préstamos tenían una situación de irregularidad.

Mientras ocurría esta jornada de protesta, las operaciones granarias no dejaban de sucederse. Según el Sistema de Información de Operaciones –SIO Granos– ayer se realizaron 150 operaciones de todos los granos, incluso por montos pequeños, lo que hace suponer que fueron transacciones llevadas adelante por pequeños productores. En el Mercado de Hacienda de Liniers, se vendieron 13.300 cabezas, cifra superior a las 4100 cabezas del viernes de la semana pasada.

“Decimos ‘No maten al campo’ porque hoy todos los productores de la Argentina están recibiendo un precio inferior a los costos de producción y el único que puede revertirlo es el Gobierno, devolviendo competitividad”, afirmó el presidente de la Sociedad Rural, quien luego se trasladó de Gualeguaychú a Villa María para repartir volantes a la vera de la ruta.

En el país existen aproximadamente 70 mil productores. El Programa de Estímulo para los pequeños y medianos chacareros lanzado en marzo y reforzado esta semana alcanzará a 56 mil productores. Hasta ahora, solamente se inscribieron en el esquema de devolución de retenciones 25 mil personas. El Gobierno asegura que los que no lo hicieron fue, en su mayoría, por desconocer los alcances de la iniciativa. El programa establece una escala de segmentación para los productores de trigo y maíz que ahora llegará hasta las 1600 toneladas y en el caso de la soja, hasta las 1000 toneladas. En el caso del trigo, las primeras tres escalas –de cero a 600 toneladas– pagarán menos de 10 por ciento de retenciones. Curiosamente, para CRA, SRA y Coninagro este anuncio fue una “provocación”. Lo mismo dijo Eduardo Buzzi, que en un primer momento, en condición de productor agropecuario, aceptó recibir los reintegros del Programa de Estímulo, aunque después aseguró que los devolvió.