Ayer a primera hora la Estación Terrena Benavídez de Arsat realizó de manera exitosa la primera maniobra de apogeo. Los técnicos de la empresa lograron llevar el Arsat-2 desde la órbita en la que lo dejó el lanzador Ariane 5 a una segunda órbita más alta. Se trata de la primera de una serie de maniobras de encendido del motor principal del satélite, que continuarán en los próximos días. El objetivo es que el artefacto llegue a una distancia de 36 mil kilómetros de la Tierra, en una órbita geoestacionaria, que define un movimiento coordinado con el planeta.

El ministro de Planificación, Julio De Vido, se refirió al proyecto de ley del Plan Satelital que el Gobierno envió al Congreso. “Argentina tiene un desarrollo satelital hasta 2035 y la ley permitirá consolidar todavía más está actividad, convirtiéndola en una política de Estado con una planificación y un horizonte. Esperamos que nadie pueda volver a intentar desguazar el sector como ocurrió en el neoliberalismo”, dijo el ministro.

Ayer se realizaron maniobras para posicionar al Arsat-2 en condiciones de brindar servicios. Los técnicos de la sede de Arsat en Benavídez encendieron el motor principal del satélite cuando estaba en el punto más alejado de la Tierra. El impulso le permite adquirir otras órbitas más altas y circulares. Además del encendido del motor principal, también se prendieron los propulsores en intervalos de dos segundos. A eso de las siete de la mañana se apagó el motor y se dio fin a la maniobra. Es la segunda vez que un país latinoamericado dirige la puesta en órbita de un satélite geoestacionario. La primera ocasión fue el año pasado, con el Arsat-1. “El Arsat-2 nos va a permitir transmitir en todo el continente americano, desde Canadá hasta el Polo Sur, contenidos de la ciencia y la cultura nacional, del cine y la televisión”, agregó De Vido.