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La sangre no llegó al río. Después de un conflicto que involucró denuncias cruzadas de grueso calibre, Gobierno y AFJP dieron una primera señal pública de que negocian qué hacer con los bonos en default con que están empapeladas las carteras de inversión de las administradoras, las cuales deberán pagar los haberes de los futuros jubilados. “Este es un primer paso de aproximación muy positivo para tratar de dialogar y llegar a propuestas” en la reestructuración de la deuda, afirmó el titular de la Unión de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (Uafjp), Carlos Peguet, luego de reunirse con el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. Del encuentro también participaron otros tenedores institucionales de deuda en default, como las compañías de seguros.
Según los cálculos del propio Ministerio de Economía, casi un 40 por ciento de la deuda en cesación de pagos desde diciembre de 2001 está en manos de argentinos o residentes en Argentina. La mayor parte de esta deuda, a su vez, está en poder de los llamados inversores institucionales: básicamente, AFJP, compañías de seguros y otros fondos de inversión de sello local.
Sin embargo, hasta ayer, el equipo económico no había iniciado ningún contacto formal con estos acreedores. La oferta oficial de renegociación de la deuda, que contempla una quita del 70 por ciento en el capital, vale para todos los acreedores, tanto locales como extranjeros. Pero Lavagna optó en el último mes por presentarla y discutirla exclusivamente con los inversores foráneos.
El motivo es conocido. Hace meses que el ministro mantenía una dura pulseada con los directivos de las AFJP, a quienes les había ofrecido, antes de realizar la propuesta integral de renegociación de la deuda, la posibilidad de pesificar (a 1,40 más CER) sus bonos en dólares y salvarse así del recorte al que estarían los pasivos bajo reestructuración.
Las AFJP tienen más de 14.000 millones de dólares en títulos públicos afectados por el default. La negativa a aceptar esta fórmula por parte de los ejecutivos de las AFJP (salvo, obviamente, la AFJP Nación) provocó un terremoto que barrió todos los puentes tendidos entre las administradores y el Gobierno.
No obstante, ayer Economía empezó a construir nuevos caminos para el diálogo. Nielsen, quien comanda todo el proceso de renegociación, los recibió en el quinto piso del ministerio. “No hubo precisiones técnicas porque las habrá en el futuro con la presentación de mayores detalles en las próximas semanas. Hubo un planteo genérico, con preguntas muy puntuales y se estuvo hablando del cronograma que se inicia a partir de ahora”, explicó.
Por su parte, el presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, Roberto Sollito, aseguró “fue una reunión positiva en la que quedó abierta la posibilidad de seguir trabajando junto al Gobierno para encontrar una solución al tema de la deuda”. En tanto, reveló que “Nielsen nos pidió que tengamos en cuenta los reales números y las reales posibilidades de la Argentina para enfrentar sus compromisos”.
Además de los mencionados, del encuentro participaron unos quince directivos tanto de AFJP como de firmas aseguradoras. Sollito dijo también que “quedó abierta la posibilidad de que les hiciéramos llegar cualquier tipo de propuesta o sugerencia, que iba a ser tomada en cuenta” y aclaró que “no hemos hablado de la quita del 75 por ciento”.
Sea como fuere, en el equipo de Lavagna sostienen que están dispuestos a buscar una solución para la deuda en poder de las AFJP que no perjudique a los futuros jubilados. Sin embargo, todavía se resisten a ofrecer un bono diferente a los puestos sobre la mesa de negociación de todos los acreedores. El motivo es legal: el gobierno argentino no puede, expresamente, favorecer a un grupo de acreedores en detrimento de otros.