“Nuestra gran responsabilidad es continuar en la lucha por los derechos humanos y sociales.” Lo dijo la ministra de Desa- rrollo Social, Alicia Kirchner, en la presentación del libro Radiografía de las Políticas Sociales del Siglo XXI. Las miradas populares. La publicación apuntó a estudiar los cambios en las condiciones de vida de los argentinos desde el 2000, teniendo en cuenta la incidencia que tuvieron las políticas públicas impulsadas en los últimos años. El estudio, que se hizo en el marco de un programa de la Unesco, combinó métodos de análisis cuantitativo con una multiplicidad de testimonios cualitativos para analizar las transformaciones en materia de bienestar social de la población. Se plantearon además las principales tensiones y desafíos para continuar impulsando la calidad de vida de los sectores más postergados de la sociedad. Alfredo Zaiat, editor de Página/12, quien formó parte del comité coordinador de la investigación, expuso junto a la ministra en la presentación del libro.

“Si uno quiere entender qué pasa hay que escuchar las voces populares. Esto es lo que hizo este libro respetando, con una ética fabulosa, cada uno de los testimonios”, mencionó Alicia Kirchner. El estudio se destacó por realizar un extenso trabajo de campo a través de encuestas cualitativas, con el objetivo de entender en primera persona qué piensan los individuos respecto de la facilidad para acceder a políticas públicas para el desarrollo humano, la importancia (significación) que le otorgan a estas políticas y la capacidad para apropiarse de los logros generados a través de las medidas. La Asignación Universal por Hijo, la ampliación de la cobertura previsional, Progresar, Conectar Igualdad, la mejora de infraestructura pública y la oferta de actividades de recreación, culturales y deportivas, fueron las políticas con mayor cantidad de menciones positivas en las entrevistas con los titulares de derechos. En total, se realizaron más de 4700 testimonios, en donde se destacaron 200 entrevistas a referentes de más de 100 comunidades de todas las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los datos cuantitativos que acompañan la publicación complementaron con números las ideas de incremento en el bienestar arrojadas en los testimonios. El estudio destacó que la cantidad de puestos de trabajo formales pasó de 4.895.795 a 9.517.887 personas entre 2003-2014, en tanto que la desocupación bajó de 20,4 a 7,1 en esos años y la economía social permitió crear 1.500.000 fuentes de empleo. Se subrayó, además, que la Asignación Universal por Hijo permitió llegar con ingresos a más de 3.621.000 niños, en tanto que los haberes previsionales alcanzaron el último año al 97 por ciento de adultos mayores de 65 años, cuando la cifra era de 66,1 por ciento en 2003. También se precisó que hubo un fuerte aumento en el gasto público destinado a educación, el cual pasó de 3,8 a 6,8 por ciento del PBI entre 2003 y 2015, al tiempo que la tasa de mortalidad retrocedió de 25,6 a 10,8 por ciento entre 1990 y 2013.

“Un aspecto relevante de la publicación es que no se queda en la auto celebración, es decir en contar únicamente las cosas que se hicieron bien. Cada capítulo del libro tiene un desarrollo sobre las tensiones y desafíos en los que será necesario seguir avanzando”, afirmó Zaiat. La dificultad para disminuir del 30 por ciento el nivel de trabajo precario de los asalariados, la necesidad de continuar incrementando el acceso al crédito para la vivienda y el acceso al suelo urbano, y la importancia de incrementar los mecanismos de regulación en algunos segmentos del sistema financiero en donde se realizan préstamos a tasas usurarias para sectores postergados de la población, son algunos de los puntos que se señalaron en la investigación.

“Los pasos que se han dado para aumentar el bienestar de los argentinos marcan un rumbo en las políticas sociales de la región y del mundo. La historia así se va escribiendo en forma colectiva, con verdad, memoria y justicia”, dijo la ministra. “Nuestros pueblos tienen la oportunidad de seguir creciendo con solidaridad, organización y participación, para defender los logros y derechos alcanzados. No podemos elaborar políticas públicas sin tener en cuenta sus voces y sus miradas. Nuestra propuesta es seguir profundizando este diálogo y generar más espacios, avanzando con la fuerza de las convicciones para seguir construyendo sociedades más justas e igualitarias”, cerró Alicia Kirchner.