La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) consideró que la producción de alimentos en Argentina y Brasil no será afectada por la considerable caída registrada en el precio internacional. El análisis de la FAO revela un escenario alentador para los países importadores de esos productos que se benefician de una oferta sostenida a menores precios antes que un beneficio para las economías del Mercosur. El organismo apela al tradicional y fallido argumento sobre el supuesto impacto favorable de una devaluación como la que validó el gobierno de Mauricio Macri sobre las exportaciones: “Las divisas de Brasil y Argentina estarán bajo presión y devaluadas, lo que significa que los productores tienen perspectivas de expandir la producción y exportar más”.

A FAO, el escenario “supone a nivel mundial un aumento de los suministros y excedentes de productos básicos, añadiendo una mayor presión a los precios calculados en dólares, aunque de forma limitada”.

El economista de la FAO Abdolreza Abbassian argumentó ayer que la caída en los precios de los commodities “ocurre en medio de una situación macroeconómica muy impredecible y volátil que afecta al mercado cambiario”. Desde la perspectiva del funcionario, “el impacto en los tipos de cambio lleva a neutralizar el descenso en dólares de los precios de los alimentos”.