Lunes, 9 de mayo de 2016 | Hoy
ECONOMíA › SE AGUDIZAN LAS DISPUTAS EN EL EQUIPO ECONóMICO ANTE LA FALTA DE RESULTADOS
Sturzenegger insiste en mantener la tasa de interés alta para evitar presiones inflacionarias, mientras Prat-Gay cuestiona su efecto recesivo. Melconian toma distancia de los créditos hipotecarios que impulsa el titular del Banco Central.
Por Federico Kucher
Las internas entre los funcionarios del equipo económico de Mauricio Macri empezaron a tomar fuerza en las últimas semanas. El nivel de la tasa de interés que rinden las Lebacs es uno de los principales puntos de discusión entre el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el titular del Palacio de Hacienda, Alfonso Prat Gay. El primero insiste en mantener la tasa alta para evitar presiones sobre la inflación, mientras que el segundo asegura que es tiempo de bajarla para no potenciar el enfriamiento de la economía. Pero el 37,5 por ciento de las Lebacs no es el único foco de discusión en el elenco estable de funcionarios de Cambiemos. Sturzenegger también enfrenta las críticas del presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, quién es uno de los economistas más escuchados por Mauricio Macri. El Banco Nación, que explica más del 50 por ciento de los activos de todo el sistema financiero, se negó a ingresar a los planes de créditos indexados por inflación propuestos por el Central y comenzó a armar su propio esquema de préstamos hipotecarios, en donde las cuotas ajustarán en función de la evolución de los salarios.
Las Lebacs fueron la estrategia central de la autoridad monetaria en los últimos meses para contener la emisión, restar presiones sobre el tipo de cambio y, según las autoridades del Central, controlar el proceso inflacionario a través de la tasa de interés, en un esquema que transita hacia los modelos de metas de inflación que aplican otros países de la región. El costo de esta estrategia fue subir la tasa de interés que rinden las Lebacs hasta el 38 por ciento. En lo que va del año, la entidad a cargo de Sturzenegger pagó más de 40 mil millones de pesos en concepto de intereses generados por estos títulos y el monto para todo 2016 subiría a más de 200 mil millones, una cifra que equivale a la tercera parte de la base monetaria. La crítica del ministerio de Hacienda no se vincula únicamente al enorme pasivo que ha generado este esquema de bicicleta financiera alentado desde la autoridad monetaria, sino que se concentra en el incremento sobre el costo del financiamiento para los consumidores y empresas que provocó la suba de más de 10 puntos porcentuales en el rendimiento de Lebacs. Para tomar un ejemplo, las líneas de crédito personal para consumo pagaban una tasa del 35 por ciento a mitad del año pasado, mientras que ahora el costo de estos préstamos ascendió a 42 por ciento. “Lo que falta es que el Banco Central, que es una entidad independiente, encuentre cuál es el momento ideal para hacer el recorrido de tasas a la baja, pero no hay duda de que eso va a ocurrir más pronto que tarde”, dijo Prat Gay en los últimos días dando un mensaje directo al titular del Central. Pero por el momento Sturzenegger sólo tuvo un gesto diplomático, al hacer pasar la tasa de 38 al 37,5 por ciento, una reducción que no alcanza para modificar costos del financiamiento para la población.
Los conflictos internos entre los funcionarios de Cambiemos acerca de cómo llevar adelante la política económica fueron más allá del nivel de las tasas y se observaron también en el caso de los créditos para la vivienda a la clase medida. Esta fue una de las promesas de campaña de Mauricio Macri que, a diferencia de lo ocurrido con la unificación del tipo de cambio y la quita de retenciones, todavía no ha se ha concretado. Sturzenegger lanzó en el último mes una normativa para que los bancos comerciales empiecen a ofrecer préstamos hipotecarios con cuotas indexadas por el nivel de precios minoristas. Hubo varias entidades públicas y privadas que se comprometieron a promocionar los créditos, pero a más de tres semanas del anuncio no se han concretado operaciones. El detalle llamativo fue que el Banco Nación, la entidad financiera con mayor proporción de depósitos de todo el sistema, no acompañó la propuesta de la autoridad monetaria, quedando fuera de la lista de bancos adheridos al plan de créditos ajustables por inflación. En los últimos días desde el Banco Nación fueron aún más lejos y anticiparon que ya trabajan en una contrapropuesta a los créditos del Central. La entidad pública lanzará en el corto plazo financiamiento para adquirir una vivienda con cuotas ajustadas a la evolución de los salarios. Melconian ya le había advertido a Sturzenegger que sacar créditos indexados por precios no tenía sentido hasta que baje la inflación, la cual lejos de desacelerar continúa en alza, con abril cerrando por encima del 7 por ciento, la cifra más elevada para un mes de los últimos 14 años.
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