Las exportaciones de carne bovina registraron en abril un incremento de 26 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Así lo registró el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna. El aumento de los despachos de carne al mundo se explicó por un mayor volumen de saldos exportables debido a la caída de consumo interno. Los precios de la carne vacuna subieron el último año por encima del 40 por ciento en el mercado local, mientras la demanda bajó casi 6 por ciento.

Las exportaciones de carne bovina sumaron 90.900.000 de dólares el mes pasado. Entre los cortes más relevantes, se destacaron las ventas de enfriados sin hueso, con un costo de 9700 dólares, y los congelados sin hueso, con precio de 4600 dólares. China fue el principal destino de los despachos medidos en cantidades, al sumar 16.000 toneladas. El segundo país de exportación fue Israel, con unas 9.900 toneladas, y Chile, con 7900 toneladas. Medido en valores, Alemania fuel principal comprador de carnes argentinas, representando el 28 por ciento de la facturación, al tiempo que China explicó 19 por ciento e Israel el 17 por ciento. Los precios de exportación en abril, pese a que tuvieron una mejora del 0,7 por ciento contra marzo, marcaron una caída del 6,3 por ciento respecto del mismo mes del año pasado.

El consumo de carne de vaca en el mercado local, a diferencia de lo ocurrido con las exportaciones, anotó una fuerte contracción. La cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) informó que la demanda de este producto se ubicó en 55,9 kilos anuales por habitante en el primer trimestre de 2016, con un retroceso de 5,9 por ciento en relación con el mismo período del año pasado. “Los consumidores en general perciben salarios de 2015 y deben consumir con precios postdevaluación. Por lo tanto, el consumo de carnes ha disminuido de manera significativa”, apuntaron en la cámara para explicar el flojo desempeño de los negocios del sector en el mercado interno. La carne vacuna fue uno de los rubros con mayores remarcaciones en los últimos meses, luego de la devaluación con ajuste del dólar de 45 por ciento, la quita de retenciones y el alza de tarifas de servicios públicos que afectaron costos del sector. Desde Ciccra calcularon que el precio de la carne para el consumidor final subió 44 por ciento en marzo respecto del mismo mes del año pasado. El indicador de precios minoristas de la Ciudad de Buenos Aires computó aumentos similares. El bloque de carnes y derivados avanzó 42,8 por ciento interanual en abril, cifra que se ubicó por encima de las subas observadas en el promedio de los alimentos (34,7 por ciento). Otros bienes de la canasta básica con remarcaciones relevantes fueron los aceites, el pan y la harina, los lácteos y las frutas, mientras que se computaron fuertes subas en textiles, alquileres, transporte, equipos para el hogar y servicios de salud y educación.

Pese al incremento de las exportaciones de la carne, muchos de los productos de las economías regionales siguen sin despegar. Por caso, los despachos al mundo de leches y derivados marcaron un retroceso interanual de 37 por ciento en el primer trimestre.