ECONOMíA
Sigue la caída del dólar y prevén que el euro se mantendrá en alza
El Banco Central busca evitar que la combinación de euro en alza y crecimiento interno rebote sobre precios. La política es mantener la paridad euro-peso y dejar que el dólar siga deslizándose.
Por Claudio Zlotnik
El dólar cayó otros dos centavos, a 2,90 pesos para la venta en las casas de cambio, y ya acumula una baja de siete centavos en la semana. El debilitamiento de la moneda estadounidense es un fiel reflejo de lo que está ocurriendo en los mercados internacionales. Ayer, el euro rompió otro record y cerró a un paso de 1,28 dólar (a 3,72 pesos en las casas de cambio de la city). La situación es seguida de cerca en el Banco Central, donde estiman que la tendencia alcista de la moneda europea se mantendrá. Al mismo tiempo prevén que, en ese marco, el peso continuaría revaluándose contra el billete verde.
El continuo avance del euro frente al dólar –un mes atrás estaba a 1,20– modificó el cuadro financiero. Por lo pronto, las prioridades del Banco Central parecieron haber cambiado. Pasaron de esmerarse por mantener al dólar lo más cerca posible de los 3 pesos a permitir una mejora de la moneda local frente al billete verde. Se evidenció en las últimas jornadas, con un dólar en constante repliegue: antes de fin de año se encontraba en 2,99 pesos. El objetivo: mantener estable la relación entre el peso y el euro. Es decir, se trata de trasladar al mercado local el debilitamiento que el dólar muestra en las principales plazas financieras.
El riesgo de mantener una relación rígida entre el peso y el dólar, en medio del raid del súper euro, es que podría darse un brote inflacionario, sospechan en la autoridad monetaria. Esto es así porque, por ejemplo, los productores que le venden a Europa están recibiendo cada vez más dólares por sus operaciones, con el consiguiente riesgo de trasladar esa mayor rentabilidad al mercado interno. Para compensar esa realidad y desmotivar la chance de aumentos de precios, el BC está auspiciando una baja del dólar.
Por ahora, en Reconquista 266, sede del Central, no ven ningún peligro. Afirman que, a pesar del alza del 6 por ciento de los productos primarios de noviembre, en el mercado mayorista, la inflación se encuentra controlada. No obstante, desde los despachos oficiales dejan trascender una inquietud: “Es bueno que la economía muestre una reactivación muy fuerte, pero eso nos obliga a redoblar los controles para evitar que esa mejora en el consumo desencadene alzas en los precios”, explicó la fuente.
En la autoridad monetaria prefieren mantenerse al margen de los pronósticos sobre el nivel que alcanzará el euro. Se limitan a expresar que es improbable que, al menos en el corto plazo, el Banco Central Europeo salga a defender el valor de su moneda ya que a pesar de la pérdida de competitividad estaría asegurado un aceptable crecimiento económico. Mientras tanto, en la city hacen sus apuestas: creen que el euro llegará a 1,35/1,40 dólar.
“La suba del euro no nos quita el sueño”, aclaran en el BC. La fuente, en diálogo con Página/12, añade: “Desde la devaluación hubo una cierta estabilidad en la relación entre el peso y el euro. Esa sintonía se va a mantener, aun cuando el dólar se siga debilitando”. En ese caso habría que esperar nuevas bajas de la moneda estadounidense frente al peso. Un escenario inimaginable hasta hace unas pocas semanas, cuando se hacía lo imposible por mantener la paridad en 3 pesos. Y hubo presiones públicas de Roberto Lavagna para que así sea.
Para permitir la revaluación del peso, en el Central tomaron la decisión de comprar menos dólares en el mercado. Ya no son 40 millones diarios sino 35 millones. Una señal decisiva para que los operadores ajusten los precios. Mientras tanto, en Economía ya sacan cuentas de si esta baja del dólar tendrá impacto negativo en la recaudación de los impuestos a la exportación.