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El Gobierno lanzó ayer un plan de obras públicas para construir 2800 kilómetros de autopistas. Aseguraron que las obras se terminarán en 2019, que generarán 35.000 puestos de trabajo, que demandarán inversiones por 200.000 millones de pesos y que la principal apuesta es reducir los accidentes de tránsito.

“Estamos en el Día de la Seguridad Vial, y cuando vemos a los miles de argentinos que mueren en accidentes todos los días, es mentira que sea porque manejamos mal. Es porque no tenemos rutas, como tampoco tenemos energía, nos faltan puertos, trenes”, aseguró Mauricio Macri, en el lanzamiento del programa de obras.

Se estima que en el país más de 7000 personas mueren cada año en accidentes de tránsito El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, mencionó que “en los próximos cuatro años se construirán la misma cantidad de kilómetros de autopistas que en el acumulado de los últimos 65 años”. El proyecto del Gobierno, que en los primeros meses del 2016 frenó en forma abrupta la obra pública generando fuertes tensiones de actividad y empleo en la construcción, incluye ensanchar 4000 kilómetros de rutas y asfaltar banquinas.

La Argentina cuenta con 182.000 kilómetros de rutas, de los cuales 42.200 son nacionales. Según el Gobierno, el estado actual de estos caminos presenta unos 3500 kilómetros de rutas colapsadas, 12.000 en situación insegura y 13.000 en estado defectuoso. El 85 por ciento de los vehículos sólo circula por 6000 kilómetros que se concentran en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. A su vez, del total de las rutas del país sólo 2800 kilómetros son autovías o autopistas. “El resto de la red tiene el mismo estándar de calidad y seguridad que hace 50 años”, dijo Dietrich.

Unos 120.000 millones de pesos, de los 200.000 millones de pesos, se destinarán a la construcción de nuevas autopistas. “Las futuras construcciones no tendrán diseño de autovía, sino de autopista. La diferencia es que tanto cruces como retornos se harán a distinto nivel, con puentes. Las nuevas autopistas duplicarán los carriles existentes y entregarán como resultado dos carriles para cada sentido separados por un cantero en el medio de entre 8 y 23 metros. Así, se reduce el riesgo de choque frontal. En tanto, las rutas seguras tendrán un tercer carril para realizar los sobrepasos de forma segura y aumentar la fluidez de la circulación. Tendrán menos cruces a nivel que las actuales”, detalló el administrador general de Vialidad Nacional, Javier Iguacel.

Los tramos de rutas seleccionados para convertir en autopistas son de alta circulación de vehículos y de alto potencial estratégico. Por ejemplo, la rutas 158 en Córdoba, la 51 en Neuquén y la ruta nacional 7 y 8 que comienzan en Buenos Aires.